Vinos mexicanos para el 14 de febrero y dónde comprarlos en la CDMX

A lo mejor te sorprenderá saber que existen vinos en Aguascalientes, pero en realidad este estado tiene una gran tradición vinícola; ha sido un gran productor de uva de mesa (a.k.a. la uva que nos comemos y que compramos en el super) desde hace cientos de años. Y, de unas décadas para acá, los productores de uva hidrocálidos decidieron entrarle a la producción de vino. Un dignísimo representante de la vitivinicultura del estado es Sophie, un 100% Nebbiolo de Vinícola Santa Elena que sí o sí debes invitar si tus planes de San Valentín incluyen una cena elegante. Acompáñalo con unas costillitas, un sándwich de roast beef o un asado de bodas.

Cómpralo en Mercado de Vinos o al Instagram de Tomemos Vino. $540

La producción de vino en Chihuahua es muy joven; no tiene ni 30 años. Y aun así, los vinos chihuahuenses ya han sido merecedores de algunos de los reconocimientos más prestigiosos a nivel internacional como el Concurso Mundial de Bruselas. Y uno de los primeros en verle el potencial vinícola a la región fue don Eloy Vallina, que en 2004 plantó la primera hectárea de una ya gran vinícola chihuahuense: Hacienda Encinillas. Y, para echar romance este San Valentín, La Casona de Encinillas es una opción garantizada: se trata de un vino al que también puedes invitar a tu cena elegante. Pruébalo con un mole o con una pasta boloñesa.

Cómpralo en Mercado de Vinos $553

Sí, en Guanajuato también se hace vino. Y no solo eso, sino que es el cuarto productor a nivel nacional después de Baja California, Querétaro y Coahuila. La vocación vitivinícola del estado se remonta a la época de la Nueva España, pero fue por ahí de 1989 cuando Juan Manchón y don Ignacio Vega plantaron las primeras vides modernas —las novohispanas fueron arrancadas por órdenes de la corona—. Y como ejemplo de los vinos guanajuatenses y para acompañar una noche con una tabla de quesos y tu querer, la opción será un Syrah de Guanamé, una vinícola que, si bien joven, ya se hizo acreedora de varios reconocimientos internacionales como algunos de Decanter y otro del Concurso Mundial de Bruselas.

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Este súper sexy Cabernet Sauvignon y Merlot tiene aromas a ciruelas, nueces, grosella, chocolate oscuro, fresas e higo. Pruébalo con una tabla de quesos, mermeladas y frutas para tener una experiencia de maridaje más íntima e interactiva. Y, si quieres un maridaje todavía más sexy, pruébalo con postres de chocolate con frutos rojos. Aunque si prefieres una comida o cena más formal, puedes acompañar tu Fincas Tinto con pastas con salsas de jitomate o cortes de carne. Esta elegante mezcla es un producto de Fincas Vinicultores, un joven proyecto del Valle de Guadalupe que nació en 2008.

Consigue el tuyo en el Instagram de Wine Studio. $435

Querétaro es una gran región para la producción de blancos, rosados y espumosos (¡y todos los demás! ¿por qué no?). Además, en épocas pre pandémicas, el estado recibía una cantidad muy importante de turistas que iban a conocer las bodegas de la zona: los productores queretanos están haciendo un trabajo súper importante al acercar el vino a los consumidores que no lo acostumbran. Así que si tu querer y tú quieren empezar a entrarle al fermentado de uva pero no saben bien por dónde, este rosado es una súper opción. Es frutal, refrescante y fácil de tomar. Tanto, que hasta te lo puedes echar solo con la compañía de tu pareja o, si hace hambre, con unos tacos de cochinita o unos tacos al pastor.

Compra el tuyo en Club Diso, $249

Un vino blanco siempre cae bien. Esta mezcla de Chardonnay y Sauvignon Blanc de Concierto Enológico, una bodega ubicada el Valle de Guadalupe, tiene un paso por barrica de tres meses que sí alcanzan para aportarle algunos aromas a madera que se mezclan con las notas tropicales de piña y maracuyá además de durazno, cítricos, pera, lavada y yogurt, ¡ñams! Este vino es tan fresco que se deja tomar solito. Si vas a festejar el Día de San Valentín en tu terraza o en Acapulco (en la azotea, por supuesto), Allegro es la opción ideal. Y, si hace hambre, lo puedes acompañar con unos taquitos de pescado estilo Ensenada (maridaje regional, le llaman los expertos), o con un aguachile de camarón.

Cómpralo en la página web de Concierto Enológico $390

Este Grenache es un vino juguetón, versátil y fácil de beber. Sus aromas a flor de naranjo, durazno y pera hacen que La Chula vaya de maravilla con cocteles de mariscos, cebiches y aguachiles, pero también con ensaladas, guacamoles o taquitos de chapulines. Éste vino está elaborado por Valle Girl Vino, un proyecto vinícola operado solamente por mujeres y que busca dejar claro que nosotras también hacemos vinos bien rifados y técnicamente correctos, que somos irreverentes y que no encajamos en los estándares que nos impone la sociedad. Todos los vinos elaborados por Valle Girl Vino buscan hacer homenaje a todas nosotras.

Cómpralo en por DM a Wine Studio, $435

¿Van a echarse unos taquitos al pastor? ¿una cochinita pibil? Este rosado guanajuantense es la mejor opción. Aunque si se quieren poner más nice, también va con un salmón. Este vino es acidito, fresco y feliz. 

Cómpralo en la tienda en línea. $314