Casi no hay lugares para irte de antro en Santa Fe. Para quienes no vivimos ahí, el viaje puede ser similar al que realizó Frodo Bolsón hacia el Reino Oscuro de Sauron a lo largo de la saga de El Señor de Los Anillos (J.R.R Tolkien, 1954). Estoy exagerando un poco, la realidad es que la vida nocturna de Santa Fe se compone principalmente de restaurantes que cierran tarde y cadenas de bares; tarde o temprano es tedioso. Por eso me fue grato descubrir Veronna y su forma de ser, porque en otras partes de la ciudad se ha perdido la bella costumbre de arreglarse como es debido cuando se va al antro. La cadena es aguda hasta donde se debe, procura tener reservación y llegar a buena hora y bien peinado.
Lo que más me gustó del interior es el arreglo triangular de luces que cambian constantemente en el piso y el techo, también los cómodos sillones que destellan reflejos dorados y la música dance. La barra se atasca y eso sirve para echar ojo, pero si buscas comodidad quédate en tu mesa.
Veronna es un antro para llamar la atención y ser visto, prepárate para tirar glamour citadino con una champaña Dom Perignon y un vodka Ciroc.