Tiene toques retro con pinturas victorianas y tapices a rayas y garigoles, la alfombra con mariposas y colores neón combina con la iluminación del techo, por poco y el concepto les queda kitsch.
Encontrarás un pequeño escenario para el karaoke de los miércoles y los grupos en vivo de viernes y sábados, para echar el palomazo. La mejor sorpresa es que los fines de semana hay djs y guerras de karaoke después de las 3am. No le busques más cuando quieras seguir la fiesta.
Si prefieres algo más que un whisky hay 10 tipos de mojitos. El de la casa lleva café y es lo suficientemente intenso para beber solamente uno, pero el refrescante es el de champaña y seguro terminarás pidiendo un par. Para subirle de tono al ambiente hay shots, que si no te recuperan la santidad, mínimo sí lo metiche. Hay pink y killer pussy, lo mío es el jagger bomb con el poderoso licor de especias; a ver si a la próxima pido un royal fuck. No olvides tomarte una selfie en las zonas designadas especialmente para ello.