En la última visita que hice a Cigar Bar me di cuenta de que el tercer nivel de Molière 48 es uno de los pisos más misteriosos de la ciudad. Ahí sucede como en la película Matrix Recargado (2003) en la zona paralela al tiempo y el espacio, surreal, repleta de puertas a elegir y cuyas llaves las elabora El Creador de Llaves para transportarte a cualquier lugar del sistema, ¿lo recuerdas?
En la planta baja del edificio se encuentra el restaurante Barro Negro de cocina oaxaqueña, sube las escaleras hasta el tercer piso. No encontrarás un pasillo amplio con una puerta tras otra, sino un espacio bizarro con una cabina telefónica roja y un portón de madera con una mirilla rectangular.
La cabina te lleva a Cigar Bar, siempre y cuando conozcas la clave, mientras que la puerta que parece blindada es la entrada a Rockmore Club de Música, lo que nos lleva a nuestro regalo de Navidad: si buscabas un lugar secreto, oscuro y privado para beber cocteles y escuchar tu género musical favorito en alta definición y volumen, lo encontramos para ti. Necesitas reservación y que tu nombre aparezca en la lista, para eso basta un mensaje por Facebook o una llamada.
Se trata de llegar con mucha actitud. La primera visita te hará sentir un poco intimidado: toca la puerta y alguien se asomará para pedir tu nombre y confirmar tu entrada.
Llegarás a un cuarto apenas iluminado, rodeado de cortinas negras y cubierto de hule aislador de sonido en paredes, techo y piso. Sólo verás tres elementos que destacan a la vista: a la izquierda una batería con destellos dorados, arriba una lámpara enorme que cambia de luz blanca a azul y roja intermitentemente, y a la derecha la barra. Hay cocteles clásicos como cosmopolitan o daiquiri, y reinventados por la casa, como el rockmore old fashion con mezcal, naranja y bitters; y el entre botones, con mezcal, Aperol y Angostura. Si vas con hambre pide las papas fritas con queso y aceite de trufa, que son perfectas para compartir.
El volumen de la música sube a niveles deliciosamente estrepitosos gracias al sistema Avid que convierte la sala en un estudio de grabación de alta definición. Las noches dividen los géneros: miércoles de electrónica con instalaciones visuales, jueves alternativa, viernes tropical para ponerse guapachoso y los sábados de tributo o artista invitado, como Sergio Arau de Botellita de Jerez, quien presentó canciones de su álbum reciente Disco rudo (2017). Ya sea con djs o guitarristas, este lugar es un homenaje al aprecio musical.