Cuentan las leyendas prehispánicas que el pulque (y, por consecuencia y más adelante, los destilados de agave) fueron descubiertos gracias a un rayo que cayó sobre una penca de maguey en plena floración, y que así se hizo la primera tatema; los antiguos mexicanos, curiosos, se acercaron a la cactácea quemada y probaron sus jugos, que además de ser ricos y dulces, eran, digamos, energizantes. Y de esa leyenda proviene el nombre de este nuevo bar de coctelería en la Roma: Rayo.
Acá se toman muy en serio aquella cuestión tan de moda de “crear experiencias”. Generalmente, ese concepto no es nada claro, pero en Rayo sí se concreta. El bar está ubicado en un segundo piso dentro de una casona de la época Porfiriana. Para llegar ahí debes tomar un elevador, que tarda 31 segundos en llegar a Rayo. Y como 31 segundos son invaluables, desde ese momento te ofrecerán tu primer trago, un Lip Martini que te acompañará para que entres al bar ya con copa en mano.
En el bar, lo primero que verás es un agave, con sus dos hijuelos a los lados. Y encima un neón en forma de rayo, que hace alusión a la leyenda prehispánica que te acabamos de contar (a tu Instagram le gusta esto).
La carta de Rayo se compone de cocteles de autor o signature y de otros clásicos, pero siempre con su toque. Una de las estrellas del lugar es el Zamora Spritz, que lleva su nombre en honor a la capital mundial de la fresa: Zamora, Michoacán. Va con tequila, Aperol, Cinzano Bianco, bitter de Angostura y, como garnitura, lleva una fresa falsa cubierta de chocolate blanco. Y aunque la fresa es una delicia, no le resta protagonismo al trago. Pero eso sí: acá las garnituras están hechas con residuos que los bartenders recuperan para que no se desperdicien.
Otro imperdible es el Gallito, hecho con mezcal, ron, Campari y jugos de limón, naranja y piña. Este trago viene servido con una papa en forma de gallito (awww). Y, para los más clásicos, la opción es el 21 segundos, una variante del Boulevardier hecha con whisky, Campari, Cinzano Rosso y charanda de hongos.
Otra cosa increíble del menú es que todos los tragos vienen con una descripción del estilo del coctel: qué tan ácido, alcohólico o refrescante es. Así, puedes elegir de acuerdo a tu antojo.
Acá se los decimos: Rayo abrió hace apenas unas semanas, pero definitivamente dentro de poco será el lugar en el que todes quieren estar. Cocteles bien ejecutados, responsabilidad con los residuos y, sobre todo, un ambiente que se presta para la fiesta como más nos gusta.
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