Perdimos muchos restaurantes y bares en la Roma después del temblor en septiembre del año pasado, pero la colonia se está recuperando rápido y la vida nocturna sigue teniendo un fuerte impulso. Ahora es el turno de Otto de ser el anfitrión.
Está a unos pasos de Mercado Roma, en Querétaro. No verás el nombre del bar por afuera, pero encontrarás una misteriosa entrada en donde algunos invitados esperan que la cadena les dé el acceso; necesitas estar en lista y es muy fácil, solo tienes que buscarlos a través de Facebook y reservar.
Por dentro, Otto es notoriamente de gustos retro; las bases de las columnas que sostienen el techo son de ladrillo, el resto es de espejo y las paredes son de figuras geométricas iluminadas de un color rojo suave, casi anaranjado. Este tono de luz empapa todo el bar asegurando una atmósfera privada, cómoda e incluso sensual. La barra está iluminada por lámparas tribales que contrastan con el resto de la decoración y la ambientación, pero en un balance muy bien pensado para llevarte a otra época e incluso latitud. Todo el tiempo mantendrás la vista ocupada, sobre todo en la cabina del dj, el espacio más groovie de Otto. En un tono de los años sesenta, hay espejos con luces amarillas que repiten su reflejo como si se tratara de un túnel.
Si eres un “tuluminati” (de esos que viajan a Tulum para vivir una experiencia mística en festivales de tech house y shamanic) encontrarás en Otto un refugio musical. Los djs manejan beats relajados, pero siempre bailables con lo más actual del house, disco y funk.
El menú de mixología es de Ramón Tovar (Hotel Casa Awolly), siguiendo la línea en tendencia que procura combinar licores, destilados e ingredientes mexicanos. Si buscas algo cítrico la recomendación es el emme la vi, un trago súper frío con limón, mandarina, bitter de apio, licor de chile ancho, un toque de mezcal y escarcha de chiles; es tan fresco como un jugo que tomarías por la mañana. Por otro lado, el coctel seductor es el sexxes, con gin, jugo de naranja, frambuesa y pimienta rosa, es muy dulce y espirituoso, pero sin llegar a hostigar.
La fiesta en Otto empieza a partir del jueves, ve con tus mejores cómplices y una cartera pudiente, pero sobre todo con ganas de entrar calor toda la madrugada