¿Recuerdas esa sensación de tomarte una michelada en una trajinera? La puedes volver a vivir en plena Narvarte gracias al increíble concepto que acaba de llegar a Diagonal San Antonio: La María Chelada, un lugar de micheladas que está ambientado como si fuera una trajinera.
En La María Chelada, la barra en donde preparan las micheladas y otros tragos simulan la forma de las trajineras; el techo está decorado con arcos florales como los que decoran a nuestras queridas trajas y la barra en donde te puedes sentar a disfrutar de tu bebida también se parece a los asientos de este tradicional método de transporte chinampero.
Aquí, la onda es el grab and go, pero también puedes sentarte en la barra a tomarte tu cheve, acompañada de unas papitas con harta salsa. Si pasas por tus miches para llevar notarás que el concepto está más que pensado para este formato: te darán tus latas de cerveza y, aparte, el vaso con la escarcha, salsas y complementos, para que llegando a tu destino te prepares tu miche. Además te la ponen en una cajita con un diseño increíble, para que sea más fácil llevártela (¿la cajita feliz de los mayores de edad?).
A la entrada verás el pizarrón con todas las posibles combinaciones de sabores. Hay las clásicas, con solo limón y sal o cubana; las especiales, como La Dulce María, que va escarchada con jalea y chile de mango, limón, jarabe de mango y de maracuyá, tarugos y una brocheta de gomitas, o La María Rosita, que lleva jarabe de fresa, gomitas de frutas y una banderilla de fresa.
También hay combinaciones sorprendentes, pero que funcionan bien y que seguro encantarán a los de diente dulce, como La María Tomasa, que va escarchada con chocolate y chispitas y lleva adentro jarabe de chocolate, leche condensada, chispitas de chocolate y fresas, y se hace con cerveza oscura, o La María Sheraton, escarchada con chocolate y chispas; adentro lleva jarabe de fresa, leche condensada, chispas de yogurt y fresa.
Para los más tradicionales, o para quienes se estén recuperando de la fiesta, también tienen una michelada con clamato y una brocheta de camarones; la Marimar, o la María Chapultepec, que tiene una brocheta de chapulines empanizados con chilito.
¿Que si las recomendamos? Cómo no hacerlo, si quien esto escribe fue seis veces en tan solo dos semanas. Así que sí, vayan por sus chelas, tómenselas sin pena y, ya que están en esas, pidan el tamaño grande.
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