Electrónica, pop y reguetón es la música que te espera a ti y a tus cuates, sin mencionar el ambiente fiestero y promociones accesibles con las cuales no querrás ir a otro antro más que a éste, en el norte de la ciudad.
Al llegar pude notar que sin reservación es difícil entrar, pero no imposible. Subiendo unas escaleras había una habitación negra con cortinas rojas simulando seda, es ahí donde encuentras la taquilla. Pagas cover de $150 para mujer y $400 para hombre, ahora que si tienes reservación, las mujeres entran gratis y a los hombres les descuentan 80 pesos. Los viernes está la promoción de botellas gratis (sólo patrocinadores) pagando los refrescos y el servicio, hasta las 3am.
En cuanto entré, con la canción “Despacito” de Luis Fonsi y Justin Bieber, pude notar que la decoración no se limitaba a paredes negras y luces multicolor, sino que tenía un diseño de interiores con sillones aterciopelados, candelabros, tapetes negros con detalles dorados, una pista de baile al centro y en el techo había bolas disco que reflejaban las luces. Te sentirás en una mansión donde la juerga nunca muere.
En algún punto de la noche me enteré que además hacen eventos, y justo esa noche había uno de motocicletas, quienes por alguna razón no pudieron llegar. Sería cuestión de que investigues en sus redes sociales, pues habrá fiestas con un concepto reguetonero y sin cover.
Después de toda la averiguación me dio un poco de sed, así que me acerqué a la barra para pedir algo de tomar y me dijeron que los tragos de cortesía finalizaban a las 11:30pm. Sólo había servicio a través de los meseros pero me percaté que era muy eficiente, porque pude observar que todas las mesas tenían su respectiva botella, cubitera y latas de refresco. A nadie le faltaba un trago en la mano.
El único pero que le pongo es que el personal de la barra no fue muy amable al explicarme el funcionamiento de su servicio, y sin nos ponemos más exquisitos, la instalación de la tarima choca con todo el diseño del lugar.