Una cosa es salir a cantar, bailotear y echar desmadre, otra muy diferente sucede cuando te gusta la —buena— música electrónica. Para apreciar el talento y la propuesta musical de un productor o un dj se necesita un conjunto de elementos para que la fiesta salga a pedir de boca. En primera, cuando se trata de un club, el espacio resulta más dinámico cuando es pequeño; también es importante que el sistema audiovisual sea afinado y las luces no distraigan demasiado, que funcionen de acuerdo a lo que suena, y finalmente, que la ecualización sea de primera. Japan es un nuevo lugar pensado para quienes buscan convertir una fiesta de música electrónica en un ritual solaz, y así fue que lo lograron tomando en cuenta los puntos anteriores.
Lo que este club podría tener de japonés es el minimalismo de su espacio, pero nada que ver. Resulta que en el letrero de la calle (Uruapan) hay una calcomanía que dice Japan. Cada noche del fin de semana —el cuál comienza en la CDMX desde el miércoles— se abarrota; caben poco más de 100 personas sin llegar a ser incómodo. Hay muy poca luz, apenas brillan neones entre azul y verde que permiten ver a quienes disfrutarán del baile nocturno. El espacio es totalmente acústico y como un santuario de la electrónica, recibe a virtuosos locales, nacionales e internacionales.
Además de artistas como Bad Name Roy, Puma, Erika Mena y Soni Ceron (nombres familiares de la escena local), no todo será house y techno. También se le dará turno a propuestas más experimentales en géneros de música electrónica underground. Ese es uno de los pilares del éxito de Japan, cuyo concepto embona perfecto con el estilo de vida nocturna que la gente persigue en la Roma.
Ponte tu ajuar alternativo, alócate la cabellera y olvídate de las cadenas de hueva; en este club se respiran aires más relajados. Prepárate para beber cervezas, gin tonic, y si te da hambre, quizá te comas unas aceitunas. Checa su calendario en Facebook porque los domingos también tienen eventos; resulta que en 2019 #elplanesjapan