El paraíso es un lugar que no todos pueden alcanzar y esa es la sensación que te da la entrada a este club nocturno para mayores de 25 años. Si eres hombre tienes que pagar un cover de 150 pesos.
Una vez que pasas la entrada, el lugar se manifiesta privado, muy cerrado y cómodo. La acústica es buena y sigue la línea de un antro en la Cibeles con música electrónica con djs como Sotomayor, pero también se fueron a los géneros como cumbia, salsa, funk, soul y afrobeat. El chiste es tomar un viaje a la costa desde la cabina del dj, con un letrero neón detrás dictando el nombre del club a toda intensidad.
La decoración absorbe tu estancia con palmeras y plantas del trópico que te hacen buscar una salida a la sección de playa. En ese sentido te defraudan, pues una noche de antro aquí es completamente citadina. Si has visto una película en donde salga un club nocturno de playa en Miami en los años ochenta, tendrás una idea de Café Paraíso.
La barra es tropical, se ven colores y frutas recién rebanadas, el aroma a naranja te hace salivar. Probé una margarita de limón, estaba muy fresca y cargada de tequila, como debe ser para que el azúcar no lo opaque, después, pedí un mojito y la yerbabuena se había macerado bien con el resto de los ingredientes, precisa la cantidad de hielo.
Llega temprano porque no serás el único que quiere alcanzar esta paradisiaca escena nocturna de la Condesa.