El nieto de Virginia Fábregas (famosa actriz de los años treinta) creó en 1982 el Taller para estudiantes de actuación. Gracias a su convocatoria, este proyecto de Manolo Fábregas creció y se convirtió en el Centro Cultural Virginia Fábregas.
Años más tarde, Manolo estrenó en este espacio su propio teatro con un aforo para 180 personas. El espacio escénico, también bajo el nombre de su abuela, fue inaugurado con el musical Sor-Presas, protagonizado por la actriz Marga López.
Aunque el teatro es muy pequeño, sirve de trampolín para los alumnos del centro cultural que en realidad funciona como escuela. Aquí se montan las obras de fin de semestre de las carreras de actuación, comedia musical y de los cursos sabatinos de artes escénicas para niños y jóvenes.
Este espacio sólo abre cuando hay obras en temporada y comparte predio con otros teatros: San Rafael, México, Soler y Renacimiento (del que Virginia Fábregas llegó a ser dueña).