Aunque muchos la ubican como una de las más eclécticas y controvertidas cantantes populares, actrices y cabareteras de nuestro país, las raíces de Susana Zabaleta se encuentran en el canto clásico, en la ópera. Por ello resulta una sorpresa que después de varios años regrese formalmente a este ámbito, aunque sea sólo para dos presentaciones en el Auditorio Nacional, encabezando el cartel de un muy amplio equipo de trabajo liderado por la Orquesta Sinfónica Nacional y su director Carlos Miguel Prieto. El montaje contará también con la compañía Danza Contemporánea de Cuba y los coros En Harmonia Vocalis y el infantil Schola Cantorum de México. Nadie mejor que la protagonista de Los locos Addams para hablarnos del espectáculo Carmina Burana.
¿Cómo llega la oportunidad de volver a participar en una ópera?
Me llega por parte de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar. Para mí es importante el tema de la mujer y esta asociación tiene que ver con las niñas que quedan embarazadas, a veces por ignorancia y a veces por falta de educación. Ofrecerme una producción monumental con 250 personas en escena, es como un circo de cinco pistas. Me siento muy emocionada por formar parte de este engranaje, porque está la compañía de danza, el primer bailarín del American Ballet Theater Cory Stearns, el tenor Víctor Hernández y el barítono Enrique Ángeles. Son muchos elementos conjuntos. El maestro James Demster nos ayudó a montar la ópera completa y eso también me hizo feliz; él fue parte de mi iniciación como cantante, fui su alumna en la Escuela Superior de Música y ha sido mi maestro toda la vida.
¿Qué significa colaborar en este proyecto cuando estás en pleno trabajo de promoción de tu nuevo disco y de tus presentaciones en vivo?
No había cantado completa Carmina Burana, pero esta vez me toca la oh, fortuna de hacerlo y estoy contenta. Para mí es el deleite de decir: yo nunca como esto, pero hoy lo voy a comer, o es como el vino que tuviste guardado tanto tiempo porque era para una ocasión especial y cuando llega ese día destapas el vino y dices: de aquí soy. Uno siempre vuelve a sus inicios, a lo que uno fue. No he cantado una ópera completa desde hace mucho tiempo, pero en mis conciertos siempre canto algo: “O mio babbino caro” o “La Habanera”, y al principio la gente se quedaba así de: ay, ya va a cantar ópera esta vieja, pero ahora me lo piden y eso para mí es increíble. La cultura se va comiendo como esos platos extraños que primero tienes que probar para luego deleitarte y luego pedirlo por ti mismo.
¿Ha vuelto el deseo de participar en un montaje operístico?
Lo hice durante muchos años, estuve en Romeo y Julieta y Così fan tutte; pero la verdad es que en estos momentos hay cantantes nuevos maravillosos, hay sopranos realmente geniales que pueden hacer estos bellos personajes y yo dedicarme a lo que me gusta, que es la presentación en vivo, cantar con la banda que he formado durante varios años. Recientemente inauguré el Teatro de Morelos y creo que no hay nada que me guste más que estrenar teatros.
Carmina Burana Auditorio Nacional. Reforma 50, Polanco. Mié 22, jue 23 8:30pm, $707-$2,925.