Simon, perdió a su padre dos años atrás en un accidente automovilístico en el que él mismo estuvo presente y de algún modo sobrevivió. Incapaz de lidiar con su propio duelo y la pérdida de su papá, se recluye en su amor por los cómics, dibujando sus propias tiras cómicas. Esta es la trama del musical Superhéroe, que ya está en la CDMX y nos propone un viaje enternecedor sobre cómo lidiar con las pérdidas y los procesos de madurez y duelo. Te contamos por qué gustado tanto.
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¿De qué trata?
Siguiendo con la sinopsis, vemos a un Simon introvertido y aterrado de hablarle a la niña que le gusta en la escuela, además que empeora cada día la relación con su madre. Por azares del destino, se vuelve testigo de una escena que lo hace empezar a pensar que su vecino podría ser un superhéroe encubierto.
Entusiasmado con la posibilidad de que su más grande fantasía se haga realidad, Simon recluta a su mamá para ayudarlo a descubrir la verdad. Ambos intentarán reconstruir su relación mientras se enfrentan al dolor de la pérdida, la necesidad de esperanza y los secretos que Jim esconde.
¿Qué nos pareció?
El primer acto es como la subida de una montaña rusa. Conforme avanza, el drama y la emoción por descubrir la verdad del vecino del 4B va aumentando, claro que tiene sus altibajos por el contexto de los personajes, pero sabes que todo va a mejorar. Es en el segundo acto cuando las cosas no empeoran, más bien solo pasan (como en la vida) y la obra te va llevando hacia abajo al grado de llegar a las lágrimas o a la reflexión.
El trabajo actoral de Emilio Treviño como Simon se siente muy natural, y es porque estos personajes pretenden ser personas comunes, en este caso, un preadolescente obsesionado con la ficción, que atraviesa por una etapa de cambios en todos los aspectos de su vida y que busca una manera de escapar de la realidad, y lo hace a través de su hobby. Emilio demuestra su experiencia interpretativa dándole las intenciones necesarias para que cada texto caiga donde debe, aunque a pesar de ello, se nota que lo suyo son los diálogos, ya que a pesar de haber hecho personajes que cantan anteriormente, en algunas canciones se notaba que le costaba un poco interpretarlas.
Aunque la escenografía se basa solamente en unas estructuras y algunos elementos que son muy funcionales, son un acierto de practicidad y hacen que a pesar del número de butacas, se sienta como algo cercano e íntimo, pero son movidos por miembros del elenco y staff que en ocasiones puede llegar a distraer un poco, así mismo, hay algunos detalles de dirección, como algunas intenciones en ciertos diálogos que podrían tener más impacto o trazos escénicos que se sienten muy complejos. Aparte, hay un héroe, pero con la iluminación y los telones, desde los asientos de atrás no se nota la diferencia con el otro personaje que el actor interpreta.