Ximena y Jacqueline son alumna y maestra. No son amigas y probablemente no van a serlo, a pesar de lo que han vivido en el transcurso de esas semanas en las que han convivido y aprendido la una de la otra. Mientras la primera aprende a leer para poder descifrar una importante carta que le dejó su padre, la segunda aprende sobre lo que verdaderamente es el mundo y, más aún, sobre sí misma.
El dramaturgo chileno Pablo Paredes escribió esta obra para la actriz Paulina García (la protagonista de la premiada película chilena Gloria). Ahora ella es la encargada de dirigir a Dolores Heredia y a Gabriela de la Garza, quien es la impulsora del proyecto, en esta pieza que revela un muy alto nivel de la dramaturgia contemporánea de Latinoamérica: un relato breve sobre el encuentro de dos mujeres de distintas edades que se ayudan a combatir sus discapacidades a través de sus virtudes: Ximena no sabe leer letras pero enfrenta la vida con bravía inteligencia. Jacqueline es una maestra de español culta y refinada pero no sabe asumir sus emociones y sentimientos.
Todos los estados por los que transitan ambas mujeres durante su encuentro están dados desde una poesía dramática y escénica de altos vuelos. Paredes confronta la visión del mundo de estos personajes cuyo encuentro va de la rispidez y la soberbia hasta la confianza y la bonhomía. García, tremenda conocedora del texto, fusiona su visión femenina y extranjera para poner a sus actrices en un genuino tour de forcé actoral. Es de celebrarse el retorno de Dolores, la fiel constancia de Gabriela y, por supuesto, su deliciosa reunión sobre la escena.
Obra plena de momentos duros y entrañables, que nos hablan de la verdadera condición de lucha de la mujer en Latinoamérica, en una atmósfera íntima, cotidiana y plagada de plantas naturales que cuelgan por todos lados del escenario.