Hay obras en la cartelera capitalina, sobre todo en el mundo de los musicales, que vuelven cada cierto tiempo. Esto marca una tendencia en nuestra escena que da la oportunidad a los grandes productores de demostrar que pueden con esos caballitos de batalla. Este es el caso de Alejandro Gou, quien en esta ocasión se avienta al ruedo con José el soñador, ópera prima del compositor Andrew Lloyd Webber, estrenada en Londres y EUA con gran éxito. En México vio la luz gracias a la visión de Julissa, la cual cautivó tanto al público, que pasó de ser un clásico a convertirse en toda una tradición.
Esta nueva versión, bajo el concepto en el que Gou ha decidido girar el teatro musical en México (grandes estrellas haciendo grandes musicales), da como resultado un moderno e innovador montaje que se recarga en la multimedia para hacer escenarios en un abrir y cerrar de ojos, creando momentos fantásticos que el diseño de vestuario acentúa con perfección.
Estelarizada por Kalimba como José (relevando a Carlos Rivera), Fela Domínguez como la narradora y Erik Rubin como el Faraón, alternando con Leonardo Delozane, se logra el objetivo de hacer brillar a las "estrellas" con planos siempre frontales, como si de un concierto se tratara, con un ensamble que en momentos se siente como si estuvieran haciendo un esfuerzo extra por empatar, pero al fin y al cabo sacando el show adelante.
Aquí, punto y aparte, destaca Fela Domínguez (como la narradora) frente a un papel realmente demandante del que sale avante. Su gran manejo del público y del escenario (como la cantante de oficio que es) le ayudan a posicionarse en lo más alto de este musical.
En conclusión, José el soñador es parte de esa exploración que sigue haciendo Alejandro Gou por crear una escena teatral musical con una poética a partir de la espectacularidad, y que, desde ahí, expone clara intención de ser un espectáculo que parte del teatro para ser espectacular, y no desde lo espectacular que puede ser lo teatral. Y ojo: esto no está mal, pues a largo plazo aportar y genera propuestas que, seguramente en unos años, veremos replicadas en escena a mayor o menor escala.
Recomendación. Junio en el 93′ y Calle Amor