Una historia que todos conocemos: los últimos siete días de la vida de Cristo. La traición y su ejecución en una ópera rock del maravilloso Andrew Lloyd Webber (El fantasma de la ópera).
Esta nueva producción del musical Jesucristo Superestrella de aspecto atemporal-apocalíptico, nos presenta una ciudad en ruinas con puentes derrumbados, autos abandonados y contenedores industriales que albergan a la banda en vivo cuya ejecución es de aplaudir. La partitura de rock lírico con toques alternativos hacen que a casi cincuenta años de su estreno, este clásico del teatro mundial todavía se sienta electrizante y sensacionalmente vivo.
El elenco de Jesucristo Superestrella está compuesto por estrellas del rock y el pop mexicano. Erick Rubín, quien hizo su nombre como Judas en este montaje hace ya varios años, entiende al personaje y lo disfruta en contraste con Beto Cuevas, quien como Jesús se siente superficial y con poca potencia. Mientras que María José (María Magdalena) con una voz adornada se sale por momentos del estilo de la puesta, pero mostrando el compromiso y amor a la escena en su interpretación.
Quien impresiona con su energía y tono es Kalimba, incita con su voz a una guerrilla en contra del sistema, simplemente espectacular. Por su parte, Leonardo de Lozanne, aunque tímido y rígido en su primer número, sobresale en el segundo acto con la fuerza que requiere su personaje. Yahir está presente en toda la obra y demuestra su talento para el teatro musical. La cereza del pastel: Enrique Guzmán entre bailarinas y chichifos se encarga del número de las once.
Sin duda, nadie brillaría tanto sin un ensamble comprometido y una dinámica coreografía que combinada con el vestuario hace que los seguidores de Jesús parezcan una mafia unida por la devoción enloquecida, la rebelión o la sed de sangre. En conjunto, y gracias a Gou Prudcciones, este musical es una de las obras más deslumbrantes del año.
Nick Evans, pionero del concepto y director de la obra, vino desde Londres para dirigir el montaje mexicano de estilo rock moderno tipo Las Vegas: Una cascada, explosiones, la tecnología mapping y la iluminación de Jason Kantrowitz hacen que esta obra se vuelva una experiencia única.
Recomendado: Musicales en la cartelera de la CDMX para sentirte como en Broadway.