El 7 de julio de 2016 un grupo de cinco hombres violó a una joven de 18 años durante las fiestas de San Fermín en Pamplona, España. Fue un caso que conmocionó a la sociedad española y que puso a prueba el sistema penal español. Mostró cómo a la víctima se le revictimiza una y otra vez, desde los medios y hasta en el juicio. Es un caso doloroso y frustrante, y ahora la directora Angélica Rogel la trae al teatro de la CDMX con Jauría, una obra documental que desentraña el caso, transmite la frustración e impacto de una forma responsable y efectiva.
Jauría regresa, ahora al Teatro Helénico
Esta pieza tuvo una temporada de septiembre a enero en el Teatro Milán, y si no tuviste oportunidad de verla, regresa ahora al Teatro Helénico del 2 junio al 16 de julio. Creemos sin lugar a dudar que es una de las mejores obras del año pasado y te decimos lo que pensamos para que te convenzas de ir a verla.
¿De qué va Jauría?
La obra fue creada originalmente por Jordi Casanovas, un escritor y director teatral español que recoge las declaraciones públicas del juicio, de la victima y de los victimarios, y las organiza para crear Jauría. Es por esto que, aún con la dramatización, buscaron que cada uno de los diálogos que escuchas en esta obra sean reales, que no haya una sola palabra no dicha en la realidad.
Los actores que hacen que los odies en escena
Y es que no hay duda de que la obra tiene una potencia dramática increíble y muy bien manejada. Las actuaciones de los varones, Eduardo Tanús, Antonio Peña, Daniel Bretón, Roberto Beck, Rodrigo Virago y David Calderón León, aturden al espectador, lo colman y llevan hasta el hartazgo, es algo deliberado. Sus actos remiten perfectamente las actitudes de muchos grupos de hombres que conocemos, se sienten familiares y -quizá por eso- aún mas aterradores. Los mismos actores luego hacen de jurados, investigadores o ministros, que recriminan y revictimizan a la protagonista. Y más allá de realizar esto para economizar y no tener más actores en escena, transmite un significado poderoso: Quienes la recriminan parecieran no tan distintos a los mismos agresores.
Ana Sofía Gatica es quien se lleva el mayo peso
Pero sin duda la protagonista y, a su vez, quien más pone el cuerpo para interpretar su papel en Jauría es Ana Sofía Gatica. Su rol es poderoso, doloroso y hasta peligroso, pero lo sabe manejar a la perfección, no cae en la conocida como pornomiseria. Interpreta un papel con mucha dignidad y empatía.
Presta atención a estas dos escenas
Hay dos escenas que sin duda sobresalen: La del crimen en sí; y el final. No les adelantaré nada que les arruine la experiencia, pero la escena del crimen está brillantemente montada. Ya de por sí es difícil abordar esto sin volver a revictimizar, pero creo que lo logran. No son tibios y tibias en mostrar que es un acto violento y despreciable; pero tampoco exaltan la violencia como un placer culposo al espectador. La coreografía es poderosa, precisa y desgarradora. Y el final que nos da Ana Sofía es simplemente idóneo, termina por amarrar todo y nos da una resolución contundente.
Si podemos ponerle peros es que -por su naturaleza documental- a momentos el ritmo se nos cae, los diálogos pueden volverse algo densos e irresolutos, pero sin duda valiosos. Adoramos que se puedan contar estar historias en nuestros teatros.
Jauría se presentará los viernes a las 8pm, sábados a las 7pm, y domingo a las 6pm a partir del 2 de junio y hasta el 16 de julio. Tendrá costos de $360 a $505 pesos.
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