Tener los boletos a la mano sigue siendo importante, pero ya no es lo único que necesitas para poder ingresar a tu sala teatral preferida. Los teatros han vuelto a activarse y, con ellos, un fuerte protocolo de seguridad a fin de preservar la salud de quienes están arriba y debajo del escenario.
Luego de cinco meses de que todos los teatros cerraron sus puertas —no todos cesaron su actividad, logrando ser admirables ejemplos de cultura y entretenimiento virtuales—, varios las reabren con todas las precauciones y cuidados que las normas de las autoridades sanitarias indican. Por ello, tan fundamental como llegar a tiempo a la función, es el portar cubrebocas en todo momento. Lo común será encontrar en los vestíbulos y pasillos dispensadores de gel antibacterial, tapetes limpiadores, señalizaciones de sana distancia y, por supuesto, termómetros para borrar el recuerdo de ese amargo tráfico citadino. Aunque las taquillas estarán abiertas, se está fomentando la compra del boleto vía digital.
Los foros solo podrán ocuparse a 30 por ciento de su capacidad y las butacas estarán separadas por 1.50 metros de distancia. Sobre el escenario verás pocos actores, pues estos deben estar también, en todo momento, a una distancia de 1.50 metros (adiós a los abrazos y golpizas de ficción) y no podrán hablarte de frente. Si no eres fanático de las obras largas, esta temporada es para ti: las puestas en escena durarán como máximo 90 minutos. Las puertas o ventanas estarán abiertas para favorecer la circulación del aire.
Hay que reiterar que no todos los teatros abrirán en esta temporada. Espacios como La Teatrería en la Roma y el Teatro Bar El Vicio en Coyoacán han anunciado que reabrirán hasta 2021, y productores como OCESA han declarado que regresarán hasta que el número de espectadores y de realizadores pueda ser mayoritario. Recintos como La Capilla, El Milagro, Un Teatro, Centro Cultural Helénico y los teatros del Sistema de Teatros de la CDMX están listos para recibirte.
A diferencia de otros locales que han podido abrir y funcionar sin exceso de restricciones, restaurantes por ejemplo, los teatros abren tras una fuerte lucha por demostrar que se puede estar en ellos cumpliendo todas las normas de seguridad e higiene. Porque si algo terminó por demostrar el teatro es su fuerte capacidad de adaptación —algunos foros ofrecerán funciones híbridas: con espectadores presenciales y en línea—, su voluntad de resistencia y, sobre todo, su poder de generar bienestar y estabilidad mental a través del arte y el entretenimiento.
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