Fastuosidad es lo que describe a esta obra de teatro con música y letra de Jerry Herman (La jaula de las locas). El Nueva York de finales del siglo XIX es recreado con maestría en la tercera producción en México del clásico musical de Broadway Hello, Dolly! entre más de 300 luces en el escenario, un tren y 38 actores y bailarines en escena, que en conjunto salen airosos como una gran producción. Todos bajo la dirección y coreografía del mismo Jason A. Sparks, responsable de la producción de Broadway ganadora del Tony a la Reposición del 2017.
La actriz y cantante Daniela Romo (Victor Victoria) da vida a la famosa casamentera Dolly Levi, una perspicaz viuda que debe dejar la nostalgia para rencontrarse con el amor, aunque para eso tenga que resolver un montón de enredos y ablandar el corazón del cuasimillonario Horace Vandergelder. En México, la gracia natural de Libertad Lamarque y Silvia Pinal marcó el reto a Romo, quien brilla luego de 10 años alejada de los escenarios y le hace justicia a las grandes divas que han protagonizado la obra a lo largo de la historia, incluyendo a Bette Midler —triunfadora en la versión que cerró telón en Nueva York en agosto de este año—.
Vemos a una Dolly que se apega al espíritu jovial de Barbra Streisand (protagonista de la versión cinematográfica) pero con un toque personal y un claro mensaje: la Sra. Dolly es fuerte, auténtica, libre e invita a la lucha y al respeto hacia la mujer, sí, a pesar de ser una obra estrenada en 1964. Daniela está acompañada de Jesús Ochoa, quien demuestra tener un gran manejo de la comedia y reitera una personalidad teatral indiscutible en su segundo musical (vaya, cante o no, es lo de menos).
Esta comedia de enredos con el libreto de Michael Stewart, basado en la obra The Merchant of Yonkers de Thornton Wilder, cuenta con las actuaciones de un grupo de jóvenes cuya capacidad vocal e histriónica resalta: Mauricio Salas, Luja Duhart, Jesús Zabala, Marisol del Olmo, Gloria Aura, entre otros. Se suma un ensamble que se apropia del escenario con giros, saltos y hasta platos volando.
Si bien nos enfrentamos al desarrollo escénico y las coreografías de un musical de antaño un tanto críptico y además hay un montón de opciones de teatro musical contemporáneo que aún no llegan a México, siempre es grato volver a saludar a Dolly cuando se cuenta con el respaldo de la producción de OCESA Teatro —bajo la producción de Morris Gilbert, Tina Galindo y Claudio Carrera— y la fuerza de un notorio elenco.
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