La Compañía Nacional de Teatro presenta Enemigo del pueblo, una versión del texto de Henrik Ibsen dirigida por David Gaitán, el jóven director que sin duda entiende y retoma a los clásicos (como lo hizo con Antígona) haciéndonos reflexionar sobre nuestra sociedad actual a partir de sucesos de siglos anteriores.
En ésta obra situada en el siglo XIX conocemos al Doctor Stockman, un hombre intolerante, violento, grosero y misógino. Simplemente insoportable. Este personajes es juzgado por el mismo público, quien tiene la tarea de reprochar de una manera aparentemente no violenta cada una de sus acciones. Pero, el verdadero conflicto de Enemigo del pueblo no es este personaje. El atractivo y sustento económico del pueblo en el que se desarrolla la historia es un balneario, cuyas aguas contienen agentes tóxicos que ponen en riesgo la salud de todos los que se bañen ahí.
La puesta en escena es minuciosa con los elementos escenográficos que refuerzan el caracter de denuncia de la puesta. El destacado Alejandro Luna está encargado del diseño e iluminación, acompañado del toque de Mario Marín del Río en el vestuario y un diseño sonoro de Rodrigo Espinosa que nos recuerda las bellas piezas del compositor Stravinsky.
Esta obra nos hace reflexionar sobre el poder, en tiempos en los que la información en redes sociales muchas veces carece de fundamentos o investigación, haciendo de las fake news una verdad que contamina más al pueblo que cualquier otra enfermedad.