Estrenada en el 2016 en Massachusetts, Coast of living (en su idioma original) es una obra originaria de los Estados Unidos que la ha valido a su autora Martyn Majok, numerosos premios de la crítica y el gremio teatral especializado en EUA, entre ellos el Pulitzer de Drama 2018, y actualmente contiende por el premio Tony a lo mejor del Teatro en Broadway a Mejor Obra.
No hace falta indagar mucho en el porqué de tantos elogios, sólo basta ver el trabajo que su autora ha hecho con el texto. Costo de vida (título traducido), ha llegado desde el pasado mes de Mayo al Teatro Helénico de la Ciudad de México bajo la dirección de Samuel Sosa y la producción de La Teatrería.
Costo de vida nos cuenta dos historias. Por un lado, la de una ex estudiante de Princeton que va a pedir trabajo como cuidadora de un estudiante de doctorado cuadraplejico de Boston. Por otro lado se cuenta la historia de un hombre que va a buscar a su esposa, qué ha quedado en una silla de ruedas después de un accidente y se ofrece a cuidarla. Ambos cuidadores tendrán que hacerse cargo de sus entenados, mientras contrastan su accesos y contraponen aquello que los vulnera, cuestionandonos acerca de quién necesita más cuidado y quién de verdad necesita más de quién.
Esta premisa hace que la experiencia de ver Costo de vida se tribuladora, pues desde esa sensación de necesidad y soledad humana es que logra conectar -en silencio- con su público, creando una experiencias incoado, seca y a veces un poco triste y mundana, lo cual se refuerza con las decisiones de dirección a cargo de Samuel Sosa, quien en su ópera prima elige una propuesta ascética para encrudecer más el entorno de los que se nos plantea. Con algunas mamparas que contienen el escenario y elementos que van sumando a la creación de diferentes espacios, Samuel nunca intenta esconder que estamos en un teatro, por lo que podemos ver todos lis movimientos y a las personas de tramoyo que mueven todo, y eso hace todo mucho más recrudecido. Creo que eso es clave para las sensaciones que nos rodean todo el tiempo durante la obra.
En cuanto las actuaciones tenemos a Humberto Busto (Eddie) y Elena del Rio (Jess) , quienes son son actores profesionales y dan vida a los cuidadores de John y Ani interpretados por Arly Velasquez y por Sandra Jiménez Loza, quienes tienen una gran experiencia contando sus historias como personas con discapacidad, pero que con Costo de vida incursionan en la actuación. Y si bien, de pronto el ritmo pueda entorpecerse un poco por las diferencias entre las experiencias de cada uno, la obra logra contarse desde este ambien frio y solitario que plantea la autora, y que aunque a veces se alarga el ritmo en escenas llega al final con una construcción adecuada para vivir esa última escena que resulta demoledora
Costo de vida es una obra realista que si bien habla de la soledad y le necesidad de la compañía, plantea también la necesidad de ser cuidado por alguien, de tener redes de apoyo y de dejarnos morir solos ante las situaciones adversas en un mundo donde la de pendencia y el apego, son extremamente condenados.
Recomendación. Incendios y Ese amor de Romeo y Julieta.