Con drama exquisitamente bien construido, temas que se abordan con profundidad y actuaciones asombrosas, Blackbird se mantiene como una de las propuestas teatrales más disfrutables del año. Y es que tras su debut en 2019 (cuando recibió aplausos de crítica, público, y medios) nos quedamos con las ganas de seguir viéndola en más temporadas. Pero pasó lo que ya todos sabemos que pasó en 2020 y 2021. Ahora vuelve y te contamos qué nos pareció en esta renovada puesta en escena.
En 2019 se estrenó en México Blackbird, es protagonizada por Cassandra Chianguerrroti, Alejandro Calva y dirigida por Katina Medina. Está basada en la obra de David Harrower, quien nos muestra el diálogo entre un hombre de casi 60 años y una mujer en sus veintes. Descubrimos pronto que ambos tuvieron una relación amorosa y sexual cuando ella tenía apenas 12 años. A partir de ahí se desencadena un drama lleno de aristas y complejidades, que no se aborda desde la simpleza y el prejuicio, sino que más bien nos hace reflexionar sobre el abuso, la violencia, y qué hacer con los victimarios.
Sin duda es destacable lo bien que se construye el drama para hacernos entender que no es un tema para nada sencillo. Se esfuerza por huir de la caricatura, de los buenos muy buenos y de los malos muy atroces. Busca entender las razones del victimario pero jamás condona sus actos; no hace menos lo que hizo, pero sí busca que entendamos lo que cruzaba por su cabeza cuando lo hizo.
Y es que abordar desde estas complejidades no es un capricho. Cuando simplificamos, cuando creemos que todos los abusadores son malos desde siempre y en todas las aristas, olvidamos que el abuso también se puede presentar en alguien de confianza, pero en un amigo de la familiar, etc. Por eso la capacidad que tiene la obra para abordar todos estos temas sin (a mi parecer) tropiezos, es de aplaudirse.
Y claro que las actuaciones de Cassandra y Alejandro se destacan, sobre todo la de Canssandra que logra imprimir todos estos matices a su personaje. Vemos su dolor aún cuando está calmada, su deseo de venganza pero a la vez cómo está rota.
Quizá a momentos se note que la improvisación no es lo ideal para estos actores, que a momentos pueden llegar a tropezar en diálogos y acciones. Pero nada que destaquemos demasiado.
Creemos que se sigue manteniendo como una de las obras más interesantes y emotivas del año.
Recomendación. Mirando al Sol.