Tiendas en la Escandón

Gruesas, pobladas y definidas. Hoy en día estas tres palabras describen las cejas soñadas por muchas mujeres. ¿No nos crees? Abre cualquier revista de moda y belleza o googlea “las mejores cejas del mundo” y te encontrarás con fotos de Lily Collins, Dua Lipa, Camila Belle y, por supuesto Cara Delevingne. Sabemos que no es nada fácil copiar ese look, sobre todo si tus cejas no son tan tupidas o tienes pequeños huecos en ellas,  sin embargo existen diversos procedimientos que te ayudarán a lucir unas cejas de envidia. Un lugar especializado en el cuidado de las cejas es Atelier PH2, un pequeño estudio creado por Adan Mascigrande que recibe tanto a hombres como mujeres que quieren el mejor cuidado de sus cejas. Originario de Brasil, Adan Mascigrande es un Makeup artist que desde sus inicios (tiene más de 35 años de experiencia) se ha interesado en las cejas de las mujeres. Después de tomar cursos y talleres de micropigmentación en Brasil, Adan regresó a la CDMX a poner en práctica esos conocimientos en los rostros de las mexicanas. El servicio estrella en Atlier PH2 es el microblading, un proceso semipermanente que se hace  pelo a pelo y modifica el color y la forma de las cejas. Este tratamiento se realiza con una pluma tipo tebori con puntas biseladas que permite dibujar pelitos y rellenar cualquier hueco que tengas en las cejas. Eso sí, Adan sólo recomienda el microblading a quienes tengan las cejas extremadamente delgadas o  si de plano te quieres ahorrar 15 o 20 minutos de

Aquí se lavan, planchan, reparan y venden sombreros desde 1950. De acuerdo con Ignacio Reyes, “el Conejito”, dueño del lugar, la calidad de su trabajo ha sido probada por famosos como Javier Solís, “el Piporro”, Blanca Guerra, Carlos Cuevas, Arath de la Torre, Jesús Ochoa, Capulina y Erik Rubín. Puedes adquirir un sombrero Panamá desde $850.

Desde hace más de 20 años los servicios de laudería de Respuesta Electro Acústica son de los más renombrados en lo que a construcción y restauración de instrumentos de cuerdas se refiere. Hoy en día cuentan con construcción de estuches, renta de equipo de audio y hasta sala de ensayos. Mientras más especializado sea el servicio que requieras, más importante es que te atienda directamente Gabriel Castillo, su fundador.

Cada visita a este lugar hace que uno se ponga a pensar por qué pierde su tiempo yendo al súper. Aunque los precios de las frutas y verduras no son los más baratos de la ciudad, se agradece que sean un poquito más naturales que los que hay en otro tipo de locales. Aquí hay servicios de plomería, tiendas de abarrotes, helados, mercerías, cafetería, disfraces y hasta estética, pero es la marisquería Playa Escondida la que le da verdadera vida los fines de semana. Encontrarás quesadillas desde $10 y las más elaboradas especialidades, como el atún sellado, cuestan sólo $110. Sus platillos y popularidad hacen palidecer a todos los negocios de mariscos del resto de la colonia, dentro y fuera del mercado, desde hace más de 30 años (por supuesto, hay que hacer fila). Si tus preferencias culinarias son otras, nada como la barbacoa para una mañana de cruda; o la Cocina Perlita, en donde hasta vales de despensa aceptan.

No juzgues por su exterior, al entrar encontrarás a la venta prácticamente cualquier instrumento musical, refacciones poco comunes y pedales hasta un poco más baratos que en otras tiendas, lo que hace que tengan clientes fieles, tales como algunos integrantes de Panteón Rococó. La afinación y reparación de pianos está a cargo de Benigno Serafín López Paz.

Este es el lugar ideal para encontrar una antigüedad que le dé ese toque especial a tu casa u oficina, como mesas, lámparas, maletas, roperos y artefactos extravagantes (como una máquina para ejercitarse que simula el movimiento del remo, totalmente de madera y tan vieja que preferirás tenerla sólo como adorno). Los precios no son exagerados. Por ejemplo, las mesas creadas con bases de máquinas de coser antiguas (aunque restauradas) y cubiertas de mármol rondan los 2,500 pesos. Algunos artículos se venden sin restaurar, pero como son carpinteros pueden darte ese servicio adicional. También fabrican muebles a la medida. Por ejemplo, un librero o un ropero de 1.70 de alto x 1.30 metros de ancho te costará entre 7,500 y 9,000 pesos.

Eduardo Ambrosi y Leonardo Flores son las personas detrás de la venta de Aether, los recipientes en los que se generan las condiciones necesarias para el crecimiento de plantas. Estas pequeñas atmósferas en forma de prisma con cortes y formas geométricas irregulares están hechas de vidrio con alpaca y son 100% mexicanas.