Desde su fundación en 1847, y después de algunos cambios con el paso del tiempo, Sombreros Tardán se ha consolidado como una de las mejores tiendas de sombreros.
Este local es uno de los más antiguos del Centro Histórico; en algún momento tuvo otro nombre, pero no fue hasta que Carlos Tardán, un francés que quería probar suerte en América, entró a trabajar ahí. Después de varios años, la tienda paso a ser de él y, obviamente, cambió de nombre.
Esta tienda ha sido una parada obligada del centro desde la época del porfiriato. Aquí se pueden encontrar un sinfín de sombreros: para niños, de charro, para mujer, boinas, gorras, para el sol… Tardán se caracteriza por sus amplias colecciones y la variación de colores de los productos.
Si un día llegas y le preguntas a tu abuelito por la historia del lugar, empezará su relato con uno de los slogans más famosos –y viejos– de la ciudad: “De Sonora a Yucatán se usan Sombreros Tardán”. De ahí que la calidad se puede medir en los años de experiencia que tiene este sitio.
La marca ofrece un servicio personalizado, es por eso que esta es la casa del sombrero, pues aquí te los hacen a la medida y te dicen cuáles son los cuidados específicos para cada uno.