La Ciudad de México resguarda una amplia oferta de piezas artesanales que comparten la tradición mexicana como denominador común. Barro, cerámica, papel, cuero y cartón son la materia prima de las artesanías mexicanas. Más que objetos cóloridos y visiblemente atractivos, estas piezas son una parte valiosa de nuestra identidad como mexicanos, pues es una mezcla de técnicas y diseño indígena.
El trabajo de los artesanos de distintas comunidades del país está presente en diversos puntos de la Ciudad de México. Desde mercados en colonias populares, hasta bazares itinerantes y botiques especializadas, las artesanías mexicanas también son un gran imán de turistas extranjeros.
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Una fiesta de colores se despliega a cada paso en este mercado de artesanías: los estantes con calaveras, jarros, cabezas de jaguar hechas con barro negro, madera o con decorado huichol; juguetes tradicionales, canastas de palma, talabartería; jarrones, macetas y platos de talavera; alebrijes o reproducciones de piezas prehispánicas. Todas las artesanías que se ven en los mercados de los centros turísticos del país, las puedes encontrar aquí.
El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías es una institución gubernamental que apoya la producción y comercialización del trabajo original de artesanos de diversas zonas del país. Además de realizar concursos y ofrecer capacitación en las comunidades indígenas, en esta tienda-galería de un solo nivel encontrarás coloridos textiles y prendas confeccionadas en algodón y lana provenientes de la costa de Guerrero, Oaxaca y Veracruz.
En el núcleo de San Ángel se encuentra el tradicional Bazaar del Sábado que, como su nombre indica… sólo abre los sábados. Se trata de un tianguis de artesanías / chácharas / objetos exóticos / arte / diseño / decoración / adornitos / y objetos inclasificables pero con ese toque altermundista-fino, de México-marca-registrada, que te hace pensar tanto en Frida Kahlo como en José Guadalupe Posada.
Todo en este mercado es muy tradicional: las zonas entre comida y otros artículos se encuentran bien definidas, las piñatas cuelgan sobre rebozantes puestos de fruta y las fondas de comida despiden una fiesta de aromas que se mezcla con los de las flores. Cualquiera pensaría que es un mercado más; sin embargo, aún conserva ciertas peculiaridades que lo hacen diferente frente a otros de su tipo.
Aquí encuentras desde accesorios huicholes de Nayarit y Jalisco hasta tejidos de Tenango, Hidalgo. Hay diseños que pasan por lo tradicional y también creaciones contemporáneas, ideales para adornar la sala de la casa con un florero de fibra natural o usar una tetera de cerámica en forma de gallo para la hora del té.
Aristóteles 8, Polanco. Metro Auditorio.
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