Si has postergado ese tatuaje que siempre has querido, este estudio privado de tatuajes es perfecto para animarte, pues te apapachan tan bien que ni tiempo tendrás de dudarlo. Al llegar me recibió toda la oscuridad y misterio que el lugar amerita; calaveras de animales colgados en la pared e ilustraciones de tattoos, además de libros con fotografías de consulta. Al otro lado, un salón amplio con cinco estaciones para tatuar esperándome para torturar mi piel.
Con una bebida de cortesía en mano, platiqué sobre lo que quería tatuarme con Aarón Victores (dueño del lugar). Según el estilo de tattoo que elijas, te canalizan con el experto; hacen neotradicional, tradicional americano, black & grey, blackwork, realismo, neojaponés, kawaii y acuarela.
Si tuviste un sueño o tienes una idea muy abstracta del tatuaje que quieres, no te preocupes, los tatuadores te ayudarán a aterrizar tus ideas. Incluso si tú llevas una imagen que viste en Instagram, te propondrán personalizarla para tener como resultado un diseño propio y cargado de significado. Si lo prefieres puedes hacer una cita previa para diseñar tu marca sin ningún costo extra.
Ya en el cuarto de diseño, los nervios los traía de punta, pero conocer sobre los tatuadores — Sergei Raven, Mau Uno, Conny Ink, Zef357, Tony Trejo y Melva Rosique— me empujó a explorar el lugar y notar que está bastante equipados con lámparas y aparatos en buen estado, todos decorados con un toque de arte entre gótico y minimalista.
Ya en la estación de tatuajes, me explicaron que el costo varía según el tamaño y las sesiones que llevará hacerlo. Ojo, pregunta por el plan para recomendar amigos y recibir descuentos. La tinta todavía no terminaba de penetrar mi piel y ya estaba preguntando por los cuidados que debía tener; me dieron una pomada (incluida en el costo) para aplicármela diario y me hicieron prohibiciones como no meterme al mar y no asolearme. La mayoría de los cuidados que conocemos, como no comer carne de puerco, son mitos.
El resultado fue un diseño blackwork con líneas en trazo, cuya limpieza y precisión en la aplicación me hicieron comprobar porqué los integrantes de las bandas Allison y Los Daniels son clientes frecuentes: un buen diseño aplicado por expertos, en un lugar equipado y con una atención que se agradece.
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