Esta es la sucursal más grande que tiene Forever 21 en la ciudad. Seis pisos retacados de ropa, accesorios y zapatos a muy bajo costo.
Si no te quedó claro el día de la apertura, lo repetimos: el público meta son los teenagers. Aunque eso no quiere decir que un treintañero no pueda buscar de vez en cuando algún gustito entre los estantes.
La oferta de moda es basta, hay para todos los estilos: desde el rockero hasta el boho. Ese es justamente el primer encanto de la tienda. Las colecciones Forever 21, Apparel, 21Men, Accesorios, Footwear, Lingerie, Denim, Active, F21 Plus, entre otras, están repartidas en todo el espacio. Además, todo un piso está dedicado a zapatos y accesorios, así que seguramente encontrarás el acento en tu outfit que tanto estabas buscando.
La experiencia de cualquier comprador puede ser un poco atropellada. El furor de la apertura se ha mantenido, es por eso que más que dinero, hay que llevar paciencia porque las filas, tanto en cajas como en probadores, pueden ser largas. Eso sí, el personal es muy atento, aun cuando la ropa dura acomodada menos de lo que dura un semáforo en verde.
Un punto muy a favor es que tiene una sección dedicada a las tallas extra. Cualquiera que haya viajada en metro agradecerá que por fin las chicas usarán ropa de su talla.
¿Necesitábamos otra tienda de fast fashion? Probablemente no, pero a la muchachada de prepa parece encantarle. Lo bueno de todo esto es que cada vez será más raro encontrarnos con chicas en pants y zapatos; ahora usarán leggins y sandalias con onda (sí, aunque en tiempos de lluvia).
Por una ciudad mejor vestida y con más estilo, vale la pena darnos una vuelta por este local. Con dos mil pesos armas un outfit completo para salir de antro o para ir a esa pijamada tan esperada.
Dato: por ahí, alguien nos dijo que después de tres lavadas, una camiseta se había convertido en un top arriba del ombligo. Dicho lo anterior, ten en cuenta que tus compras son bajo tu propio riesgo.