Takeda estudió diseño en el Central Saint Martins de Londres y más tarde fue director creativo de la marca japonesa Dresscamp. Las semanas de la moda de París, Nueva York y la Ciudad de México han sido testigo de sus colecciones y en su currículo se encuentra el trabajo realizado para grandes leyendas de la industria como Alexander McQueen y Bruno Pieters.
Sus prendas se distinguen por la alta calidad de los materiales de diversas partes del mundo y por la implementación de técnicas artesanales, las cuales son maquiladas por artesanos de comunidades indígenas de nuestro país.
¿Cómo decidiste convertirte en diseñador?
En mi juventud era vocalista de una banda de punk y me vestía de manera estrafalaria. Me encantaba la idea de crear un estilo y combinar todo tipo de prendas, realmente esos fueron los factores que detonaron mi interés por esta profesión.
Ahora que mencionas tu pasado musical, ¿éste sigue presente en tu carrera?
No, de hecho esto es aparte. Lo importante es olvidarse del pasado y no encasillarse. Si se invitó a una agrupación a tocar durante el desfile fue para ofrecer algo nuevo al espectador.
¿Cuál es el objetivo principal que ofreces al espectador en cada desfile?
Sorprenderlos, como lo que pasó al final de mi último desfile en donde le permitimos a los asistentes acercarse a las modelos y tocar las texturas de las telas. Lo anterior fue para demostrar que en México se hacen excelentes trabajos de alta costura. Quiero hacer cosas diferentes, para que la gente se asombre en cada presentación.
¿Tienes algún proceso creativo?
La verdad no lo hay. Trato de seguir más lo que dice el corazón y la imaginación, siempre observo lo que sucede a mi alrededor y trato de entender el pensamiento de la gente.
Las culturas mexicana y japonesa son parte de tu identidad ¿Cómo plasmas lo mejor de cada una de ellas en tus colecciones?
Los japoneses son muy perfeccionistas y se enfocan bastante en la calidad de las cosas, eso es algo que tengo muy arraigado, por eso cuido mucho los detalles. Mi parte mexicana se ve reflejada en los colores y en la selección de elementos característicos de ciertas comunidades del país. Lo que buscamos es darle una onda internacional que no tenga algo definido y que cualquier persona la use sin estereotipar.
¿Cuál es la percepción que buscas de la gente al usar tus creaciones?
Que no sólo les luzcan bien, sino también se sientan cómodas al usarlas, se conviertan en su segunda piel y sean elementos que puedan vestir y se acoplen a su día a día.
Los textiles que utilizas son producidos por Linton Tweeds, empresa conocida por elaborar las telas originales de Chanel ¿Cómo se dio esta colaboración?
A partir de mi trabajo con Alexander McQueen y mi regreso a México, ellos me propusieron crearlos de manera exclusiva.
Al ser diseños exclusivos, ¿cuál es tu papel en su elaboración?
Todo el equipo y yo nos reunimos para ver qué tipo de tela queremos y mezclamos ideas con Linton Tweeds. Ellos nos mandan propuestas y nosotros les enviamos otras, por lo que existe una retroalimentación de cada lado. Asimismo trabajamos con unos textileros japoneses y a partir de ahí se da la mezcla con la confección mexicana.
Para ti, ¿cuál es la clave para tener éxito en este negocio?
La innovación, la calidad y el trabajo en equipo.
Al momento de crear ¿de dónde surge la inspiración?
Es un proceso libre, no hay limitación, pero el arte, la cultura, la arquitectura, la música y nuestro estado de ánimo juegan un papel muy importante.
¿Cómo percibes tu crecimiento a través de los años?
Al principio nadie nos conocía y teníamos muchas limitaciones, pero con los años se han sumado más personas que apoyan y creen en el proyecto, dándole voz a nuestro trabajo en diversos medios. Lo que permite un crecimiento en la industria de la moda mexicana, porque si hay más competencia ganamos todos.
Hablando de la moda nacional ¿Qué consideras que le falta para sobresalir en el extranjero?
La confianza, los mexicanos contamos con un gran talento que necesita exponerse en grandes plataformas como el MBFWMx, pero también debemos mostrarlo a nivel internacional para que el mundo vea y conozca lo que tenemos y realizamos en el país. Creo que México puede ser un referente, pero se necesita perder el miedo y salir al mundo.