Desde hace más de 70 años, y después de algunos cambios con el paso del tiempo, Deportes Martínez se ha consolidado como una de las tiendas de máscaras con mayor renombre en la escena de la lucha libre.
No te dejes engañar por el pequeño local ubicado en Dr. Río de la Loza —a unos pasos de la Arena México—, Deportes Martínez es una leyenda a la que se le atribuye la creación de las primeras botas y la primera máscara de lucha libre. La historia se remonta a 1933, año en que don Antonio H. Martínez abrió un taller de calzado en León, Guanajuato, donde hacía zapatos deportivos, en especial para boxeadores. Don Antonio era un gran fanático de la lucha libre y asistía a todas las funciones que podía, fue así como se hizo amigo de un luchador conocido como el Charro Aguayo. Cierto día, el luchador le encargó unas botas especiales para combatir, las cuales se convirtieron en la sensación entre sus compañeros de ring. Rápidamente el taller de Martínez se consolidó como fabricante de las innovadoras botas y se convirtió en una referencia obligada para todos los interesados en este deporte.
Pero las creaciones de Martinez no terminan ahí. Ese mismo año, Ciclón McKey, un luchador estadounidense, llegó al taller y pidió que le hicieran una máscara que le cubriera la cara a modo de antifaz. El zapatero le fabricó un antifaz de piel de cabra, pero el luchador no quedó conforme con el trabajo argumentando que el antifaz le quedaba chico, discutió con Martínez y hasta le aventó el dinero al suelo. Sin embargo, algunos meses después McKey regresó al taller para comprar otras seis máscaras. Resulta que el luchador viajó por diferentes países buscando una máscara similar, pero no encontró quien igualara el trabajo del guanajuatense. Ahora sólo faltaba perfeccionar el fit de la careta. Martínez volvió a tomar medidas, esta vez mucho más detalladas del cráneo del luchador, tomando meticulosamente 17 medidas en total que hasta el día de hoy es el mejor secreto de la empresa.
Fue así como Deportes Martínez hizo historia en la lucha libre. Hoy en día, Víctor Martínez, hijo de Don Antonio, lleva las riendas del negocio familiar, que por cierto cuenta con la patente de la primera máscara de lucha libre en mundo. Las máscaras continúan como el producto estrella de la tienda: de piel, de lentejuelas, semiprofesionales y profesionales… las opciones son infinitas en Deportes Martínez. Si tienes una idea o diseño propio, ellos te hacen todo a medida, lo mismo botas, playeras, mallas y hasta el traje completo.