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[title]Cuando Udra Castro dejó su vida como cantante de jazz y se metió de lleno al mundo del tatuaje no sabía lo que vendría después. Su pasión siempre fue ilustrar, pero el universo de la tinta y las agujas era un reto que no tardaría en superar. Empezó como aprendiz en distintos estudios de la Ciudad de México y poco a poco fue puliendo su estilo hasta que pudo comprarse su equipo y comenzó a tatuar por su cuenta. Hoy en día está al frente de Valiente, un estudio que empieza a hacer ruido por su identidad de respeto y confianza.
¿Cómo surge la idea de abrir Valiente?
Me buscaron para abrir un estudio que coincidía con mi discurso. Después de platicar con los socios y de comentarles lo quería y lo que no iba a permitir me di cuenta que estaba en el lugar correcto.
¿Qué mensaje quieres dar con este proyecto?
Antes que nada, Valiente es un espacio seguro, lleno de empatía y de respeto a los clientes. Aquí no te vamos a juzgar por el diseño que te quieras hacer. Yo veo a Valiente como una herramienta de empoderamiento, porque al tatuarte estás perdiendo miedo, estás marcando tu piel, tu historia. Estás rompiendo el dolor.
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¿En qué se distingue Valiente de otros estudios de la CDMX?
Nos especializamos en transformar cicatrices. No se trata de encimar un dibujo y llenarlo de colores, en Valiente hacemos todo lo posible para que de esas cicatrices surja algo bello y significativo.
¿Que sigue en los próximos meses para el estudio?
Me gustaría ayudar a mujeres con cáncer de mama y juntarme con alguna asociación para ofrecer tatuajes de areola a mujeres de escasos recursos.
Valiente Tattoo. Amatlán 158, Condesa. Cita previa.