Si cada mercado popular fuera una nave espacial, este mundo de productos en el oriente de la ciudad sería la nave nodriza. De hecho, sus divisiones están señaladas como naves, no como pasillos. Este lugar le quita lo exagerado a la expresión “hay de todo”. Es la máxima expresión del bullicio por el comercio no solo en la ciudad, sino el país. Según cifras de la central, es más visitada que ciudades como Roma, Madrid, Cancún y Acapulco. Y el nivel de transacciones la convierte en el centro de operaciones más grande del país después de la Bolsa de Valores.
Imperdibles
Bodegas de abarrotes
Es como tener a varios supermercados codo a codo luchando por atraer a la clientela, lo cual verdaderamente abarata los precios. Una de las más reconocidas es El Zorro Abarrotero. Pero si no fuera esta, hay otras en el circuito de abarrotes y víveres, junto a Eje 5, que no dejan de asombrar con sus precios.
Diableros
Abundan en los mercados del país, pero en ningún otro alcanzan la importancia que aquí. Armados sólo con sus brazos y su inseparable diablito —carretilla de carga— son el último eslabón en la cadena del transporte de mercancías. Ganan por caja, así que cargan todo lo que pueden. Son fascinantes, pero cuídate de ellos si no quieres resultar arrollado. Aunque siempre advierten de su paso con su grito de guerra: ¡ahí va el diablo!
Cuándo visitarlo
En la mañana, entre las siete y el medio día. Más temprano vale la pena sólo si conoces el lugar, sabes qué vas a comprar y estás dispuesto a competir por los mejores productos con cientos de comerciantes minoristas y restauranteros de la ciudad.
Lo que debes evitar
Llegar en blanco. Es un lugar tan grande que necesita algo de estudio previo. Revisa los mapas y los boletines de precios en el sitio de la central.