Milán 44 es un mercado que reúne más de 20 conceptos –algunos ya conocidos– de alimentos, bebidas, productos y servicios que te facilitan y acercan lo que te gusta. Uno de ellos es la Barbería de Barrio, un espacio para hombres de copetes altos y barbas largas.
Esta barbería se encuentra en el segundo piso; al fondo, del lado derecho. La puerta de cristal permite ver algo del interior y a la altura de tu vista hay un letrero donde se lee el nombre del lugar con el famoso eslogan “Desde 2016”.
Como ya había hecho cita por teléfono, al entrar di mi nombre y lo primero que me ofrecieron fue algo de beber. Barbería de barrio ofrece todo lo que hombres copetudos y barbones necesitan, sólo que el plus es que tienen barra libre de bebidas: whiskey, gin, cerveza artesanal Affligem, sodas y agua. Como iba algo atrasado tuve que correr, venía algo sediento, así que pedí agua.
Cuando llegué, el barbero terminaba de atender a un chico; me dediqué a dar la vuelta por el lugar. A pesar de que es pequeño, cuenta con dos sillas de peluquería y ventanales de piso a techo. Yo fui en la noche pero estoy seguro que en el día es muy luminoso.
Sobre las paredes cuelgan muchos cuadros con imágenes de peluqueros de los años veinte y modelos con peinados cincuenteros. También tienen vitrinas con lacas, ungüentos de crecimiento y peines.
Después de dar la vuelta, Checo, el barbero, pidió que me sentara para darme una trasquilada. Por $300 tuve un corte de cabello, arreglo de barba y un masaje en los hombros y barbilla con una máquina.
A pesar de no conocer a Checo, la plática fue fluida. Me contó que corta el cabello desde los 14 y que el oficio lo aprendió de su abuelo, quien tiene una barbería en Polanco. Si bien apenas tiene 25 años, Checo conoce las técnicas y cuenta con bastante experiencia, la cual ganó al trabajar con su abuelo.
Después de delinearme la barba con navaja (la cual me puso muy nervioso) y ponerme toallas frías y calientes en la cara, me dijo: “Listo”. Al mirarme al espejo me gustó el resultado, por fin alguien me hizo el corte que le pedí y no el que imaginaron.
Si bien, la Barbería de Barrio no ofrece nada que no hayamos visto, el trato y el lugar son buenos. Si no me creen pregúntenle a Vince de los Rebel Cats, quien es cliente asiduo. Aquí puedes cortarte el cabello por $220, la barba por $150 o el bigote por $90. Te recomiendo hacer la cita por teléfono y no te preocupes por el efectivo, reciben tarjeta.