Con tanta oferta de barberías en la Ciudad de México, un factor que me ha ayudado a distinguir un buen servicio es que genere comunidad.
Aparentemente, Barbería de Autor está logrando que sus clientes no solo regresen, sino que quieran estar allí mientras se arreglan la barba o se cortan el cabello sin que se vuelva en momento tedioso con música que solo le gusta a los barberos.
La decoración reutiliza materiales y proyecta un estilo más relajado que en otros lugares, donde se percibe forzado el concepto de barbería.
Me ofrecen una bebida, y me pasan casi de inmediato, aunque llegué un poco tarde a la cita del mediodía.
Ariel es uno de los cuatro barberos que se encontraban en el local ubicado en Malitzin 199, en la Colonia Del Carmen, dentro del mercado con oferta gastronómica y tiendas de ropa.
Entonces me indica cuál es su su lugar y me pregunta por el corte y la barba. Le respondo que quiero un fade y que me rasure por completo.
Va explicando la degradación del corte y la máquina que usará, le pongo peros a propósito y no se desespera, me explica con calma para convencerme que si me lo corta un poco más el corte no será lo que yo espero.
Mientras Ariel me corta el cabello, la gente que llega saluda a los barberos como si fueran amigos de mucho tiempo. Piden cervezas y esperan su turno entre chistes locales que no entiendo. Lo que queda claro es que ya son clientes frecuentes por el servicio que reciben.
El corte quedó bien y lo hizo en 25 minutos después de enjuagarme y lavar mi cabello.
Lo que no me gustó fue la rasurada. La principal razón fue el acabado, pues tardó más de 20 minutos pero quedaron zonas con vello muy largo para tratarse de un servicio con navaja. Vaya, que yo con un rastrillo he hecho un mejor trabajo y sin tanto ardor. En su defensa debo decir que la molestia cedió cuando me marché del local, justo como Ariel dijo.
Me dio la impresión que su fuerte no es la rasurada, lo percibí nervioso y un poco brusco en su pulso. Quizá esa sea su área de oportunidad.
Un punto a su favor es que el diseño y productos que venden están hechos en su totalidad por mexicanos.