De la noche a la mañana apareció un bonito local que sorprendió a toda la colonia. Es atendido por las hermanas Paulina y Silvia Herrasti, quienes se dedicaron a hacer una búsqueda exhaustiva de inigualables objetos de distintas épocas y diferentes partes del mundo: joyería, muebles vintage, antigüedades, banderitas tibetanas, juguetes y muchas otras curiosidades.
Lo mejor de todo es que también tiene servicio de cafetería, así que mientras decides qué comprar, necesitas trabajar o simplemente ponerte al corriente con alguien, puedes tomar un rico café molido y preparado al momento o mejor aún la bebida estelar del establecimiento: el matcha latte.
El matcha es una bebida originaria de China que posteriormente se trasladó a Japón, convirtiéndose en un té ceremonial para los monjes budistas de aquella región. La preparación de la bebida se remonta hasta antes de su cosecha, puesto que se cubre la planta de té para evitar su crecimiento, conservando ese característico color oscuro y verde intenso. Gracias a este proceso, el té adquiere de manera natural un sabor más dulce. Tras la cosecha, se les retira el tallo a las hojas para poder moler sólo las partes más blandas, dando como resultado una especie de “talco” verde, el cual, hasta este momento, recibe el nombre de matcha.
En Café Escandón, las anfitrionas comparten esta tradición de oriente para el disfrute de sus clientes al occidentalizar la bebida con leche, y obtener así el delicioso matcha latte, de intenso sabor, revitalizante, antioxidante y nutritivo, que además puede ser preparado con leche de soya o deslactosada. No dejes de probarlo.