Cuando vayas a W Repostería no te dejes acaparar por la decoración —que es preciosa—, pero es que sus pasteles están tan ricos, que merecen toda tu atención. Y el aumentativo no es
capricho, simplemente no hay otro modo de llamar a estas porciones que, más que ser anchas, son altas y, entre cada generosa capa de pan hay una, también consistente, pero no exagerada, capa de betún.
Las recomendaciones son el pastel de zanahoria, que viene con muchos trocitos de nuez y una crema de queso muy rico y nada empalagosa; el de tres leches con frutos rojos, bañado con exactitud para que no pierda su esponjosidad y que va decorado con fresas y moras; y para los fans del chocolate, el Bruce —solo los fines de semana—.
A estos pasteles de línea se suman las creaciones de temporada; en marzo fue el cheesecake de higo, el mes pasado uno de maracuyá y para junio no te pierdas el pastel dedicado al Pride. Por lo mismo, te sugerimos que no te claves con ningún sabor, porque seguro los cambiarán. Lo bueno es que así estamos 100% seguros de que los ingredientes que usan son los mejores y naturales.
W Repostería, creada por la chef Denisse Wurts, no es solo para pasar por el pastel y salir corriendo. Aunque puedes hacerlo, estoy segura de que al menos querrás aventarte una rebanada ahí mismo, y es que el lugar tiene una decoración que invita a pasar horas ahí, disfrutando de los tonos cobres, el jazz de fondo y su bello letrero neón que dice una gran verdad de vida: “enjoy life eat cake”.
Para que acompañes tu pastel o alguna de las otras delicias dulces que ofrecen, tienen un menú de bebidas con tés, tisanas, capuchinos, mocachinos, cold brews y, nuestra sugerencia, prensa francesa; perfectas para sentarte en una mesa y trabajar un rato o para verte ahí con tus amigos. Saldrás con muchas fotos para tu Instagram y el corazón contento.
Te recomendamos: Los mejores pasteles de cumpleaños en la CDMX.