Cuando Gus Melgoza y Franziska Bukert fundaron Vegamo, mostraron el lado versátil de la cocina vegana para platillos salados en todo tipo de variedades: hamburguesas BBQ, enfrijoladas y hasta pizza. Con el éxito de estas recetas, ¿valía la pena hacer uno solamente para repostería? Definitivamente, en especial porque no hay muchas opciones veganas dulces, y por eso llega Vegamo Bakery, para consentir a todos los paladares.
Pequeño pero acogedor, con muchos tonos de rosa alrededor y un letrero que dice "veganos chingones", así se ve por fuera una visita a Vegamo Bakery; basta asomarse a la vitrina para antojarse lo que tienen: pan dulce, cupcakes de colores, donas y galletas.
Entre las consentidas del lugar están las berlinesas, son del mismo tamaño que una dona y vienen rellenas; la de fresa con frambuesa tiene una grata combinación de dulce con acidez aunque le faltó más relleno de NOtella para hacerla memorable, si prefieres algo con mayor densidad está la de mocca con cacao y canela o la de crema de cacahuate.
Tienen por rebanada uno de los pasteles insignia de Vegamo: el cheesecake de macadamia con frutos rojos. La base es de granola y el relleno trae macadamia, nuez de la India y vainilla. La cubierta de mermelada de frutos rojos casera junta todos los sabores y texturas en paladar.
La parte de bebidas es completa y bien trabajada, donde los coloridos lattes atraparán tanto tu vista como el feed de tu Instagram: pide el bloody chai hecho con jugo de betabel para obtener una bebida rosada, o golden milk con su particular tono amarillo.
Su versatilidad radica en que también puedes pedir platillos salados (toasts, bowls, ensaladas, bagels y demás), así que puedes elegir algo de esta carta y terminar con un postre. Las opciones son ilimitadas, solamente necesitas seguir a tu antojo y comprobar que la repostería vegana está llena de sorpresas.