En el mundo adulto millenial, la mayor emoción que puedes sentir no es comprar una casa (casi seguro que no va a pasar pronto) sino es el día en que sales de vacaciones. Como su nombre lo indica, ese sentimiento de tener tiempo para vivir los días haciendo lo que más te gusta de principio a fin fue la inspiración para crear esta bendita esquina de la San Rafa.
Se trata del nuevo spot que tienes que conocer por su cocina, vinos y tragos mediterráneos, un lugar completamente franco y abierto a la calle, (importante sobre todo en estas infernales olas de calor), con la cocina a la vista y una vibra relax y urbana para pasar toda la tarde y bien entrada la noche entre spritz, vermuts y comida espectacular que cambia cada semana.
Para acompañar mi primer negroni, probé un ñoqui frito coronado con queso stracciatella y durazno, gran augurio de lo que seguiría a continuación.
Según nos explicó el chef Lucas Morris-López, los únicos dos platos que nunca salen del menú son la focaccia, con mantequilla verde y vegetales de la casa; y la ensalada de apio sobre salsa de nuez y mucho queso pecorino por encima. Ambas una hermosura.
Luego, puedes pedir recomendación de los vinos naturales o licores importados que tengan disponibles e irte por la pasta fresca en rotación o alguna de las opciones de proteínas, que en mi caso fue un inolvidable pollito frito, súper jugoso por dentro, perfecto y crocante por fuera. Aquí lo difícil va a ser despedirte de estos platos que sólo los comerás una vez, aunque yo ya le di mi voto de confianza a la cocina de que siempre habrá algo delicioso qué probar.
Un buen cierre a las vacaciones es importante, por ello hay un postre que siempre verás en la carta: el némesis de chocolate. Una especie de brownie con crema montada que tocará tu lado goloso en todos los lugares correctos.
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