¡Larga vida a los italianos por regalarnos el affogato! Esta bebida, cuya traducción sería "café ahogado", junta lo mejor de dos mundos: un shot de expresso, para las personas serias y puristas del café, y una bola de helado de vainilla, para quienes prefieren el café dulce. En Chiquitito Café, esta bebida, simple pero completa, es la especialidad. Le ponen no una, sino tres bolas de helado de vainilla hecho con ingredientes naturales y comprado a productores mexicanos (Gelatería La Romana). El café también es mexicano; privilegian la compra de granos de Veracruz.
El resultado es un affogato cremosito y con el dulzor justo. Una prueba más de que la calidad de los productos hacen de un producto simple el más complejo y elegante.