Una barra de café, una mesa de trabajo y mesas de herrería negra –estilo terraza en un área plenamente iluminada– son los elementos que componen al espacio de Tesler. Se trata de una cafetería extremadamente relajada y recién incorporada a la Del Valle. Aquí la frase “menos es más” cobra vida en una corta línea de productos para desayunar y comer, así como con sencillos métodos de extracción de café mexicano.
Lo mejor de los desayunos es la cazuela de chilaquiles rojos con huevo, llevan queso rallado y muchísima crema; aunque podrían ser más picosos. Considéralos para un domingo de cruda y termínate de curar con un matcha, abren a las 9am. También hay pan francés, tan dulce como lo quieras, o un bowl de frutas, que si bien es la opción que buscarás al preferir algo ligero, no dejes pasar la oportunidad y acompáñalo con un cuernito o alguno de los toasts, puede ser de huevo o aguacate, el chiste es que los pruebes.
Sin duda en el reino matutino de Tesler el rey es el flat white, compuesto por una finísima espuma de leche y un expreso potente de granos chiapanecos lo suficientemente tostados para elevar la acidez de la extracción muy similar al noble expreso cortado, pero de sangre más azul.
La corte vespertina se inclina ante el cold brew, una extracción lenta y helada que te refresca igual que te despierta; seguido por el té negro helado, que es mejor tomarlo sin ningún edulcorante. A Tesler se viene con hambre, resuélvelo con alguno de los emparedados, como el de vegetales, el de pollo o el preferido por muchos: el de grilled cheese. Pregunta si tienen alguna propuesta de sándwich de la semana y ármate un paquete.
Si vas con prisa llévate un expreso doble y un par de galletas verdísimas de matcha que se acompañan mejor con un café de tono más fuerte. Tesler es el lugar ideal (comodín) para invitar a alguien a desayunar, ponerte al día con un amigo o resolver una junta rápida detrabajo, sólo deja que la destreza del barista y la calidad de la taza servida te inspiren.