Desde hace años, las confiables tortas de La Barraca Valenciana ponen buen fin a muchas discusiones familiares sobre dónde ir a comer: son sabrosas (rayando en la genialidad: prueba la de calamares con chimichurri, forma equipos de tres y discutan el punto), los precios son razonables y con la sopa que dan de cortesía a la hora de la comida quedas más que satisfecho.
Por todo esto me dio gusto saber que su chef, José Miguel García (Top Chef), acaba de abrir Teruel en el corazón de Polanco. La carta es más ambiciosa y los precios bastante más altos, pero conserva clásicos como la paella dominguera, los camarones cucaracha, las croquetas y la tortilla de papas. En mi visita probé su riquísimo y generoso fideuá, con fideos nada batidos, rehogados en un sofrito de jitomate natural, y bastantes tropezones de embutidos y mariscos. También me gustaron los melosos taquitos de pato y el pulpo con papas y chistorra, bien dorado, pero suave al cortarlo. Menos logrados: la pesca del día (desabrido y con la piel blanda, nada crujiente), el atún (algo seco y le faltaba sal) y la tarta de santiago (cruda en el centro). Con esos pequeños ajustes, Teruel pinta como una gran opción en el panorama gastronómico de la ciudad.