Un espacio de comida rápida para eso de las prisas y que por las noches recibe a aquellos que necesitan un poco de alimento después de la fiesta. Taquería Gabriel llegó a lo que antes era Bravo Lonchería, conserva un ambiente bohemio, tipo cantina de luchas, donde el mobiliario son de lámina y la música en español de los ochentas y noventas está bajo la batuta de una rockola.
Con el lema “Tacos bien ricos, cerveza bien fría”, los meseros conservan esa amabilidad al recibirte y atenderte. Tostaditas enchiladas de entrada y cinco salsas de la casa para acompañar la comida: habanero con piña, cebolla con habanero, cuatro chiles, la tradicional verde con aguacate y la macha, hacen que el paladar te pida una cervecita o un vaso de agua fresca del día (aunque el vaso está muy pequeño).
Sobre la carta: hay opciones básicas en tacos (suadero, tripa, carne asada), burritos, volcanes y tortas; eso sí, tortillitas recién hechas a mano. El burrito ($99) es la opción indicada para llenarse, bien servido pero la carne se siente muy pellejuda. Échale salsa para alargar su sabor.
Los tacos de suadero y tripa ($39 c/u) son cumplidores, y aunque la tortilla taquera es de buen tamaño, el contenido es poco; por los precios estaría bueno llenarlo más de proteína. Tendremos ojos puestos en este nuevo sitio de oda a las delicias callejeras.
Teresa López