Don Lamberto González fundó este local hace 55 años. El viajero Lamberto buscó en diferentes entidades recetas regionales para trasladarlas en los tamales que ahora son codiciados en la San Rafael. Prueba los costeños, de elote estilo veracruzano y de chipilín.
Si no es el punto de venta tamalero más antiguo de la ciudad, por lo menos sí lo respalda más de medio siglo en la producción de tamales, recetas y técnicas tradicionales con un sabor absolutamente rompe dietas. Tiene un comedor de dos pisos, o bien, puedes comprar la cantidad que tú quieras para llevar. También hay atole de guayaba.