Bull and Tank, el equipo –imperio– gastronómico conformado por Daniel Ovadía y Salvador Orozco extendieron el alcance de la comida israelí de Merkavá en esta versión rápida de pita, falafel y shawarma; pensado también para la comunidad judía ya que el pollo, la carne y el pavo que utilizan tienen certificación Kosher KMD. Con cada orden que entra a la cocina se hornea el pan en horno de piedra, una pita de grosor mediano, sabor ligero y consistencia suave; si te encanta, puedes comprarlas para llevar a casa.
El menú se divide en pitas, guarniciones y bebidas, así que pedir es fácil, siempre y cuando sepas qué es qué. Las opciones más recomendables son el steak n’ egg, relleno de carne de res con corazones de alcachofa, tahina –pasta de ajonjolí– y un huevo estrellado por encima; o la de res a las brasas con una sueva ensalada de papa y berenjena frita. Si la carne de res no es lo tuyo, está el shawarma de pavo con piña o el parguit de pollo. De las guarniciones pide la coliflor al horno, es entera y sazonada con zaatar y sal de grano, ideal para comer entre dos.
De las bebidas hay que irse por la cerveza artesanal o la kombucha, un fermentado de té con altas concentraciones de antioxidantes y digestivos, para que le entres todo lo que quieras al concepto de la pita y te recuperes después de la fiesta en su horario nocturno de los sábados.