Es más sencillo decir “una nueva apertura en la Roma”, que explicar el concepto de Supra. No hay que bajonearse por la complejidad de esta propuesta, todo lo contrario: merece explorarse con la misma curiosidad y energía con la que la chef detrás de este restaurante trajo los platillos. La chef Josefina Santacruz vuelve al corazón de la ciudad.
Aromas, texturas y colores de la cocina de México y Medio Oriente se reúnen bajo el techo abierto de este restaurante-terraza. Hay un hechizo en la profunda oscuridad de la recepción, mientras en el interior resalta el mobiliario en colores terrosos con cojines bordados y sillas tipo Acapulco, una esencia selvática gracias a las plantas y el repique minimalista con un mural a la entrada de la artista visual Sara Nory.
Los elementos consentidos de Josefina se hacen presentes. Lo notamos en la sencilla pero ganadora entrada de almendras y nueces pecanas con especias marroquíes, entonadas en una ideal fusión caramelizada con picor apimentado, encanelado y jengibroso.
La crema muhammara es un traslado a las raíces de la ciudad de Alepo, preparada con pimientos, nueces y pekmez (jarabe de zumo de fruta); cuando se termine el pan pita para untarlo, acude a las cucharadas. De un bocado, la tártara de salmón (curado en casa) ofrece tonos frescos de menta con jícama y la mágica poción de un aceite con chile y limón.
El kataifi aparece en el repertorio tradicional de postres turcos, es una pasta conocida como “trigo rallado”; pero en Supra lo usaron para envolver artesanalmente un camarón, la proteína es tierna y el exterior crujiente, totalmente libre de toques aceitosos que estorben. Las samosas llegaron de Pakistán y del Tíbet para poner una sonrisa de satisfacción con su suave relleno de papas al curry: son un tipo de empanadas triangulares que merecen bañarse con el chutney de cilantro y menta que lo acompaña.
Coctelería, vista 360 grados de la ciudad y experimentación en cocina. Supra es uno de los estrenos más seductores del año. El reto es hacer reservación y una vez descubierto el secreto, no querrás salir.