Cuando el director Park Chan-Wook fue homenajeado en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, en 2012, visitó este restaurante para darle el visto bueno al menú. Por fuera se distingue por la bandera de Corea que sale de uno de sus balcones y el gran dragón de cartón que custodia su entrada. Por dentro brilla gracias a sus platillos, como la pizza coreana –una base de huevo con variedad de vegetales y trozos de carne y mariscos– que se acompaña con una salsa dulce y otra de soya.
En cuanto a los tragos, encuentras mezcal orgánico desde 15 pesos y bebidas traidas de Corea, desde licor de arroz hasta vino de frambuesa, por sólo 50 pesos.
Querrás volver, no sólo por el sabor de sus platillos, también por su decoración oriental y alternativa y por el trato del chef Mingu Lee.