El impulso de comer cosas ricas cuando ves buen cine es incontenible, y en la Cineteca Nacional ya hacía falta una nueva propuesta en ese sentido. Con su cocina abierta y un breve menú especializado en sándwiches, Señorito cumple con los antojos de los cinéfilos y con las restricciones del local, en el cual no se permiten estufas con fuego directo.
Me gusta que su ensalada de papa lleve pepinos, zanahorias y mayonesa japonesa kewpie (más cremosa y con el sabor delicado del vinagre de arroz); también le ponemos palomita al caldo de pollo, bien sazonado y clarificado (aunque escaso de fideos), pero el ganador de la tarde fue su versión del banh mi, una baguette con pollo rostizado, paté y mayonesa de Sriracha: todo un trancazo de grasas y proteína, que se equilibra con la frescura del cilantro, los pepinos y el crujiente encurtido de zanahorias y daikon de esta popular receta vietnamita.
De tomar pedí un café cold brew con un toque de naranja y de postre un cumplidor panquecito de elote. Aunque hay detalles por mejorar (no hay lavabo, no aceptan tarjetas, se les acaban cosas y no avisan a tiempo), la comida está muy buena y le echan ganas con el servicio. Señorito ya es un gran pretexto para visitar la Cineteca, con o sin película.