La clave de una buena pizza: la salsa y la masa, los ingredientes pueden dar mil vueltas y venir de donde sea. Santa Pizza pasó la prueba, porque además puedes elegir el grosor de la masa; a mí, por ejemplo, me gusta en un punto intermedio entre el pan delgado y el grueso, con las orillas doradas. Su salsa sabe a jitomate natural y especias en cada mordida que le das a tu rebanada, lo que quiere decir que no son codos a la hora de prepararlas, bien ahí.
Tienen las pizzas clásicas como la margherita con pomodoro albahaca, quattro formagio —cuatro quesos— o la pepperoni. Aunque de esa categoría te recomiendo la buscaiola con chorizo blanco (argentino) y champiñones, viene con mucho queso. Otro apartado son las pizzas deep dish estilo Chicago (quiche), el pan funciona como una especie de base de pay y adentro van los ingredientes. Se me antojó la Chicago con pollo y pesto de albahaca, para otra vuelta.
Además de los calzone y empanadas, las pastas se antojan todas y puedes elegir el estilo —penne, fetuccini, fusilli, etcétera—. Probé la carbonara con una salsa hecha con huevo y trozos de tocino frito, para mi sorpresa la pasta estaba al dente y al emplatarlo le pusieron parmesano sin escatimar, una excelente opción entre las pastas.
Si vas acompañado, de beber te conviene pedir la jarra de clericot con manzana y pera, tiene el dulzor justiciero para un vino tinto joven que refresca. Rinde muy bien.
En la mesa te ofrecen salsas, entre ellas un molido de chile con aceite de oliva que perfuma delicioso la comida. Por cierto, aunque se deben respetar los gustos de todos —mesas aledañas—, ponerle cátsup a una pizza con queso gorgonzola es como usar un vino de cosecha de hace 20 años para hacer una sangría, es decir, no es lo óptimo y no es que la cátsup sea mala. Antes de ponerle sazonador para carnes, inglesa, Valentina, Tabasco o cualquier similar, prueba el sabor de la pureza en los ingredientes que contiene tu pizza. Entiendo que los clientes lo pidan, pero las pizzerías deberían comenzar a fomentar en sus clientes la correcta apreciación de sus productos.