Encuentra café de especialidad a precios accesibles y un espacio cómodo para leer. En Santa Banda, lugar que se llama así en honor de Ana Luisa y su primer socio, se respetan las pequeñas reuniones y las bebidas llenas de cafeína.
Probé un chemex con café chiapaneco que les quedó excelente, con las notas cítricas y cuerpo que lo caracterizan; también hay V-60, cold brew, prensa francesa y aeropress. No dejes de probar la bebida santa, un cold brew acompañado con whisky y zest de toronja que dejará atrás tu nostalgia por el carajillo.
Para comer las opciones son puntuales; te recomiendo el panini de pollo al pesto, una receta que se prepara con ajo suficiente para matar a un vampiro, pero el sabor se agradece. Además de que la salsa que lo acompaña vale la pena: chiles secos, ajonjolí tostado, vinagre y aceite de oliva.
Este lugar es ideal para hacer home office o echarse una buena lectura porque es tranquilo y pequeño, además de que Ana y su sobrina lo atienden gustosas; ellas comprenden que una máxima de la lectura es el silencio y el tiempo, motivo por el que no molestan a los clientes para el eterno consumo; al contrario, los alientan a pedir su bebida y postre de preferencia para acompañar esos momentos sagrados.