Seamos honestos, vivimos en la época de Instagram y todo lo queremos compartir en foto, y si son platillos novedosos, con más razón. En Roca Negra te ayudan con ese proceso porque todas sus creaciones incluyen carbón activado, por lo que el color final de los platillos son de un negro intenso.
Es un pequeño local en medio de la Condesa con apenas tres mesas en la calle y una cocina tiernamente diminuta de la que salen empanadas, pizzas, ensaladas y paninis, y para estos tiempos de quedarse en casa lanzaron un kit para hacer pizza casera.
De entrada pedí una empanada de queso gorgonzola con espinacas, cuya consistencia tan suave hizo que se rompiera rápidamente, pero el relleno le asistió con destacables sabores del queso. Después elegí dos pizzas: pepperoni con hojas de arúgula y bolognesa con albóndigas y hojas de hinojo, la masa era tan delgada que podría confundirse con una tlayuda, lo cual ayuda si cuentas tus calorías.
Considero que en México estamos malacostumbrados a las pizzas llenas de salsa y queso, y a éstas les faltaba solo un poco de ambos para ser perfectas; si te gustan los sabores fuertes como la arúgula o hinojo, las amarás, si no puedes optar por quitarle un poco.
Por último, la pasta con portobello y salsa de espinaca, que aunque un poco fría, ¡me encantó! Bien cocida, con mucha salsa y portobellos de gran textura. Sin duda regreso a Roca Negra por otra pasta y para presumir en redes sociales la parte visual de sus platillos.