Fideo seco de Qü-Qoo Kitchen Bar Lomas de Chapultepec
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Restaurantes y cafés en Lomas de Chapultepec en la CDMX

Descubre los mejores lugares para desayunar, comer y cenar en Lomas de Chapultepec

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El poniente de la CDMX alberga restaurantes con propuestas novedosas de gastronomía, lugares para desayunar y barras que preparan los cocteles de los mejores mixólogos de la Ciudad de México. 

Recomendado: Planes para comer en la CDMX.

Dónde comer en Lomas de Chapultepec

  • Lomas de Chapultepec

Un ingrediente que fue muy apreciado por distintas culturas prehispánicas como Olmecas, Mayas y Aztecas. El cacao es lo que le da vida al querido chocolate, pero, por sí mismo, también es un superalimento que queda delicioso en bebidas o productos comestibles. Esto es algo que sabe muy bien Culto, que después de cinco años de ofrecer chocolate en barra con altos porcentajes de cacao criollo, decidió volver al cacao un ingrediente protagonista. Aquí te contamos cómo.  En su primera “cacaotería”, Culto ofrece sus productos ya conocidos, además de una barra de bebidas. Por una parte, tenemos barras de chocolate que van desde el 70 hasta el 90 por ciento de cacao orgánico y combinadas con superfoods. Si buscas cacao molido (o ceremonial como ellos le llaman) aquí puedes conseguirlo. Por cierto, cuentan con una bebida que lleva el mismo nombre que es una de las que debes probar.  Por su parte, el menú incluye bebidas frías, calientes y smoothies. Probamos Horchata, con nuez, almendra, nuez de la india, cacao en polvo, clavo, canela y miel de agave. Una opción refrescante y con buen balance para las temporadas de calor.  En ninguno de sus productos esperes el sabor dulce y con leche al que nos tienen acostumbradas las grandes empresas, su toque dulce es proporcionado por azúcar de coco y, en menor cantidad, miel de abeja. Aunque aquí aplica la del “cliente lo que pida” y si quieres una bebida con más azúcar, sólo debes pedirlo. No hay costo extra.  ¿No vas en un mood de cacao? Tamb

  • Lomas de Chapultepec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Quienes solemos trabajar en cafeterías sabemos que no es fácil dar con una que lo tenga todo: buen café, buen pan, ambiente tranquilo y que no sea excesivamente caro. Si estás por Lomas Virreyes, antes de irte a cualquier café de cadena, considera que acaba de abrir una cafetería con panadería francesa a la que puedes acudir tanto para hacer home office como para caerle a su soleada terraza para un brunch con amigas (¿mimosa + pan francés  + chismito? siempre sí.)  Desde que llegué me dejé guiar por el olor a mantequilla. Amand es el décimo proyecto del grupo Ikigai (Umai, Ikigai, Mattea); de aquí sale la mayoría del pan para los otros nueve restaurantes. Tienen pan blanco hecho de masa madre y el dulce es muy variado, entre brownies, conchas, croissant rellenos y naturales, galletas y panqués, se me iban los ojos.  En cuanto a lo salado, tienen un menú tipo deli a cargo del chef ejejcutivo Axel Vázquez, de ahí probé el quiche lorraine, esponjoso por dentro y tostadito por fuera. Por suerte llega servido en una porción que no te va a dejar con hambre. De las bebidas, además de la barra de café, el chai latte es muy agradable, con un punto de azúcar bajo que se agradece, en especial si lo tomas junto a un pancito extra-dulce como el rollo de croissant de caramelo.  Otro que seguro será de tus consentidos si te ataca un antojo de comfort food es su clásico sándwich grilled cheese. Lo mejor es que funciona para comerse a cualquier hora del día. Lleva pan campesino tostado que su

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  • Lomas de Chapultepec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Su decoración azulina y objetos navales aluden a los puertos del Mediterráneo español. ¿Crees que la comida española es pesada? Este lugar busca romper esa concepción: privilegia la frescura de pescados, mariscos, así como arroces valencianos y alicantinos. Las hierbas aromáticas se producen ahí mismo, ya que la terraza es un huerto urbano, el cual, además, se ha vuelto el espacio consentido de los clientes por la vista al poniente de la ciudad.  Al frente de Ajoblanco está el chef Manuel Victoria, con un menú bajo la dirección de una autoridad de la cocina española en México, el chef Pablo San Román. Una muestra perfecta del concepto es la untuosa sopa Ajoblanco. Si conoces el gazpacho, debes saber que esta crema fría es una de sus primas, solo que aquí la hacen más especial porque lleva trucha curada en casa y aceite de trufa. Te vas a enamorar solo de verla decorada con flores comestibles, también crecidas en su huerto.  Manuel nos cuenta que la barra de la planta baja ha funcionado como un lugar donde los trabajadores de la zona se refugian con una copa de vino español y un bocadillo mientras baja el tráfico. Mientras que los otros pisos se llenan de familias o cenas de negocios de larga sobremesa. Prohibido ir y no hincarle el diente a la paella de mariscos, que concentra todo el sabor de las costas mediterráneas y la porción es suficiente para compartir entre dos personas.  Mención especial merece el lado dulce de la carta. Aquí el rey es el socarrat de arroz con leche,

  • Lomas de Chapultepec
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Desde hace mucho tiempo tenemos en la mira a David Castro Hussong, conocido por su restaurante Fauna, en Ensenada. Así que cuando me enteré que había abierto La Mari junto con su esposa, Maribel Aldaco, en Lomas de Chapultepec, supe que este lugar pronto se convertiría en uno de los consentidos de la CDMX (sí: hasta para los que no nos gusta subir a Lomas). La Mari es un restaurante amplio, con mesas grandes y lleno de plantas; ahí, sí o sí, te sentirás cómodo —puedes ir de tenis, a pesar de la zona. Aunque si vas a la hora del after office te encontrarás a muchas personas trajeadas—. Y el concepto termina de reafirmar la calidez del espacio: Castro y Aldaco le pusieron La Mari a su restaurante para hacerle un homenaje a las mujeres que les enseñaron a amar la cocina; la hipótesis de los cocineros es que todos los mexicanos tenemos en nuestro círculo cercano a alguna mujer a la que le hemos aprendido y que se llama María. En mi caso, la hipótesis se cumple: mi madre se llama María. Y para amarrar el concepto, la propuesta culinaria también abraza: aquí, todo lo que pruebes será un gozo. En la carta hay un poco de todo; opciones con carne, con pescado o basadas en verduras, incluso entre los platos fuetes. Y si pruebas varias cosas te darás cuenta de una constante: en La Mari, la onda es la calidad de los ingredientes. Aunque, claro, el mérito técnico de Castro y de Aldaco, encargada de los postres, se nota. Prueba de ello es la flor de calabaza con hummus, hecho con berenjena

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  • Lomas de Chapultepec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Imagínate este plan: tenis y muchos carbohidratos. Esa es la propuesta del nuevo restaurante de Lomas de Chapultepec, Osteria Mattea: pastas, pizzas y un ambiente informal. Osteria Mattea es un restaurante pequeño; caben alrededor de 25 personas. Tiene una zona de terraza más amplia y algunas mesas interiores. Al fondo, se alcanza a ver el horno en donde el chef Axel Vázquez (Sartoria, Zapote) prepara las pizzas que te vas a comer. También puedes ver la mesa de trabajo, detrás de la que Axel estira las pizzas dándoles vueltas en el aire. Sí, como solo lo has visto en las caricaturas —o probablemente en Nápoles, Italia—. Las pizzas son un absoluto agasajo. La masa es delgada y la orilla está tan inflada que parece nube. De hecho, si te asomas a ver el interior de la orilla verás unos huequitos; los entendidos en panadería llaman los llaman alvéolos; los ojos del pan. Dicen por ahí, que esa es la prueba de fuego para saber que una masa está bien hecha —durante el amasado se forma el gluten, una proteína que, entre o tras cosas, atrapa el aire y forma estos huequitos—. Las pizzas son al mero estilo napolitano: masa delgada, bordes anchos y nunca atascada de toppings. Aquí importa que cada ingrediente brille, desde la masa —que en el caso de Osteria Mattea es masa madre que se ha dejado reposar por 12 horas—, el queso, la salsa de jitomate o blanca y cada ingrediente que lleve encima nuestra rebanada. No te pierdas la pizza Patata, que lleva papa, queso Tallegio, cebolla, chips d

  • Mariscos
  • Lomas de Chapultepec
  • precio 3 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Treze con Z
Treze con Z

Este lugar no está a la vista, debes bajar unas escaleras que te llevarán a una recepción con estilo fresco y moderno. Treze con Z, del chef Francisco Campuzano, es de cocina muy a la brasas pero con un concepto goloso. Encontrarás tonos en verde que bañan delicadamente algunas sillas y marcos de ventanas, discretamente decorado por plantas y luces bajas que dan un toque cálido. Pero lo que más robó mi atención —y corazón— fue el mural al fondo hecho por la artista mexicana Sofía Castellanos, que fusiona el concepto del lugar: cómodo, natural  y funcional. En la bien surtida sección de coctelería puedes elegir entre un mezcal preparado estilo margarita —de manzana, tamarindo, frutos rojos o maracuyá— o jugo de piña escarchado old fashion con tajín, limón, naranja, tequila y soda de limón. Como primera parada fue un aperitivo de lechuga rebosada y aderezo de chipotle crujiente, cortesía de la casa que te ambienta en la mezcla de sabores. Disfruté de un papardelle con mariscos que se deshizo en mi boca en cuanto lo probé: la mantequilla y toques de limón que sazonan la pasta, el pulpo, los camarones y mejillones hacen que desees seguir comiendo aún cuando la porción es bastante generosa. Terminé con el volcán treze de chocolate y avellanas que desde el olor anticipa una gran promesa: el chocolate amargo y caliente se derrite con las avellanas dentro de una galleta alta y con fondo. Los sabores de la tierra y mar aterrizaron en un espacio que gusta de ver a comensales felices.

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  • Coreana
  • Lomas de Chapultepec
  • precio 4 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Midam
Midam

El pedacito de Corea que llegó a Lomas Virreyes, un restaurante de bbq coreano que permite saborear los tonos ahumados merecidos en cualquier carne de calidad. Daniel Lee, creador de Midam, es hijo de los dueños de un consentido asiático en la Juárez: Nadefo. La tirada son platillos referentes al recetario coreano ancestral con un toque moderno y, de paso, una original manera de llevarlos a tu mesa. La entrada es tan amplia como su interior, un lugar que juega con geometrías, acero y maderas; las luces neón te aterrizan al siglo XXI y se convierten en spots ideales para instagramear. Al centro de las amplias mesas hay una parrilla, el objetivo es cocer las proteínas por tu cuenta o con ayuda de los meseros. La clave es preguntar: el qué, cómo y dónde de la cocina coreana, porque entre la amabilidad y atención con que resuelven tus dudas, crece el apetito. Te animan a hablar en coreano con la pronunciación escrita de cada platillo y su respectiva traducción en el menú. Inclínate por el chadolbagui (pecho de res) si prefieres la carne blanda, las finas láminas terminan por sorprender en jugosidad. El dwejiKalbi (costilla de cerdo) lleva un marinado a base de soya fuera de este mundo, o al menos de este continente. La salsa es secreto de la casa y merece cada gota de respeto. Disculpa anticipada si me fui al clásico, pero el pad thai con camarón no se debe dejar ir: picosito, especiado, un viaje de ida y vuelta en el avión de los sabores. Las jumokbab (bolitas de arroz) son buen

  • Japonesa
  • Lomas de Chapultepec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
OKU
OKU

En la CDMX hay muchos lugares para comer comida japonesa, pero no todos valen el precio. Oku, un nuevo restaurante en Prado Sur, tiene muy claro lo que ofrece y por el trato que tienen, te hacen sentir especial. Llegué 2:05pm (10 minutos después de que abrieran) y el lugar ya tenía la mitad de las mesas ocupadas, una señal que algo bueno está pasando ahí dentro. La barra de sushi está a la entrada y puedes ver como lo preparan desde casi desde todas las mesas. Todo es de madera y la luz es cálida, además tienen una terraza para estar más cómodos. Para comenzar pedí una cerveza japonesa (tienen varias marcas) pedí una clara y su sabor es muy ligero, combinó bastante bien con todos mis platillos. Primero pedí dos nigiris (base de arroz con un trozo de pescado encima), huachinango limón con huachinango, salsa picante y imón, es súper fresco y te limpia el paladar por si pediste algo antes. Te recomiendan siempre comerlo primero. Después probé el nigiri trufa rib eye, el sabor es impecable, no tiene mucho aceite de trufa por lo que no opaca ningún otro sabor y aun así se siente, sin duda, es uno de mis favoritos. Pedí el maki tuna crunchy truffle; aguacate, atún y aceite de trufa, el maki también trae una parte crujiente que mejora la textura. Así solo es muy rico por el aceite, pero si aún lo quieres bañar en soya, ten cuidado porque la que tienen es natural, por ende, es salada en combinación con el aceite, se vuelve muy salado. Los rollos traen de 6 a 8 piezas y no son tan gra

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  • Cafés
  • Lomas de Chapultepec
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Muy Muy Matcha
Muy Muy Matcha

Que no te digan que hay tal cosa como demasiada matcha. Si vas a la par de las tendencias sabrás que esta bebida ganó terreno en la CDMX, le guste a quien le guste, y a su paso ha dominado rincones que se antojan más para tránsito local. En este caso, Lomas Virreyes, donde Muy Muy Matcha trae, en efecto, mucho matcha. Todos los tonos claros del rosa y verde están presentes, un diseño interior que corre a cargo de Quinto Piso, agencia creativa con sede en Monterrey. Te reciben los sillones aterciopelados y un letrero neón al fondo con la frase “Qué tan matcha muy muy matcha”. Pregúntate qué tan matcha estás ese día, ojea la carta y decide tu orden: el mermatcha lleva vainilla, dátil y leche de almendra; aunque muy fresco podría enaltecer más las notas vainillosas. Uno de los más pedidos lleva chocolate blanco y resulta cremoso, o pide el matchita con acentos tropicales de mango y piña. Todas las bebidas pueden llevar un topping, como ferrero, caramelo, nutella o mantequilla de almendra. Para acompañar están los waffles, croissants rellenos y panqué de matcha, además de los bowls de açaí y ¡adivinaste! matcha. Si te vas a poner muy muy, que sea nada más de matcha.

  • Mexicana
  • Lomas de Chapultepec
  • precio 4 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Carmela y Sal
Carmela y Sal

Te van a contar una historia, la travesía entre sabores e ingredientes de una chef que soñó con mostrarle al mundo el valor de la gastronomía mexicana. Gaby Ruiz, originaria de Tabasco y dueña de Gourmet MX en Villahermosa, abrió su primer restaurante en la Ciudad de México bajo el concepto de cocina imaginativa inspirándose en sus diversos viajes alrededor del globo. El comensal dirige la batuta en este “concierto comestible”, empezando por el preludio, una breve introducción. Las tostadas de queso de hebra con salsa macha llevan un toque de vinagreta de maracuyá, equilibrio justo del dulce y salado para acabarlo en un solo bocado. No hay mejor dúo dinámico que las jícamas con pesto, platillo que merece su reconocimiento al enriquecer las uvas verdes con pistache y albahaca. La tierra de luna, del interludio, es tan mágica como su nombre: cinco paquetitos de plátano macho cuya regordeta apariencia se debe a la cantidad exacta de frijol en el interior. Los emplatan sobre una cama de crema de rancho y en una vajilla que simula el cuerpo celeste. El clímax se asoma como punto de mayor intensidad con opciones de tierra y mar. Los canelones se rellenan de una jugosa cochinita pibil con cebolla encurtida, una armonía de adobo cremosidad gracias al queso y la carne. Segundo turno: pescado fresco envuelto en hoja santa como dicta la preparación del mone con una enriquecedora salsa de pipián verde, la entremezcla de Oaxaca y Tabasco en perfecta ejecución. Este concierto merece conclu

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